Héroe Retrasado romance Capítulo 2488

Sin embargo, no se podía volver al lugar de donde uno venía.

Eso era cierto para Lobo Codicioso como para el resto de ellos. Desde la muerte del Soldado Roto, nada iba a volver a ser el mismo.

Lobo Codicioso tenía un aspecto bastante peculiar, sentado en posición de loto, encapsulado en su energía oscura.

Su rostro evocaba una oscuridad que era un espectáculo aterrador de contemplar. Era como si esas energías oscuras hubieran entrado por sus poros.

—Uf…

Incluso su aliento, de manera extraña y asombrosa, estaba saturado de la misma niebla negra. Sobre todo, los iris gemelos. En cada uno de esos ojos había dos iris blancos. Esa era una característica que ningún humano debería poseer.

—En este mundo, solo yo puedo decir que soy el más extraordinario de todos —dijo Lobo Codicioso con firmeza—. ¡Aunque Soldado Roto siguiera vivo, ni siquiera él podría pretender ser igual!

Seguía indignado y también reacio a admitir la superioridad de Soldado Roto sobre él. No importaba que Soldado Roto pereciera en sus manos, sabía bien que nunca habría podido matarlo sin emplear ningún tipo de astucia. «¿Y qué pasaría si Soldado Roto estuviera vivo ahora mismo? ¡Sería capaz de matarlo de igual manera!».

Justo en ese momento, una secuencia de temblores se produjo en la tierra. Lobo Codicioso levantó la cabeza y sus orejas se agudizaron al percibir unas pisadas. Su familiaridad lo dejó intrigado, casi expectante, como si aquello fuera algo que había estado esperando todo ese tiempo, pero no había previsto que apareciera tan pronto.

—Menos mal. Entonces te utilizaría para practicar —dijo Lobo Codicioso—. Llegaste antes de lo previsto, Jiang Ning.

Cuando su voz se apagó, un salvaje vendaval comenzó a soplar. Acompañando los pasos de Jiang Ning, los vientos de destrucción se agitaron.

Se movía a una velocidad vertiginosa y al detenerse de repente, surgió más viento fuerte.

En ese reencuentro con Lobo Codicioso, Jiang Ning pudo sentir que él era ahora muy diferente. Lobo Codicioso había evolucionado de nuevo para ser más poderoso y misterioso que antes.

—Cambiaste —dijo Jiang Ning con suavidad—. Aprendiste a esconderte. ¿Aprendiste a temer morir en mis manos?

—¡Ja, ja, ja, ja!

Lobo Codicioso soltó una bulliciosa carcajada como si le hiciera cosquillas algo divertido. Sabía a qué se refería Jiang Ning y comprendía la guerra psicológica que él quería iniciar contra él. «Buen intento, pero es inútil».

Muy poderoso y casi sin miedo, no tenía que dejarse perturbar por nada de lo que Jiang Ning pudiera decir.