Erika pensaba en discutir con su madre, pero al oír que había abandonada por su marido, se sorprendió mucho,
── ¿Qué dices?
Su madre se rio fríamente
──Ya ves, tu suegra viene para decirte que fueras al Registro Civil y te divorciaras de Alexander. Además te daría lo que merecía la familia Icaza.
Erika no creyó en las palabras de su madre y se rio como si hubiera oído una broma,
── ¿Cómo es posible? La familia Icaza no va a tratarme así. Por lo menos, Alexander no lo hará.
Su madre la miró de reojo como si estuviera mirando a una idiota,
──Diana viene a contármelo en persona. ¿cómo puedes estar segura de que Alexander siga amándote? Erika, soy tu madre, incluso yo ya no puedo soportarte más. ¿Crees que a Alexander podría seguir aguantar tu capricho?
Erika quedó atónita, siguió insistiendo,
──No. Imposible
Sacó el móvil para llamar a su marido varias veces, pero que nadie lo contestó. Dejando su móvil, Erika se convirtió preocupada,
──Madre, ¿cómo dijo mi suegra?
La miró por un rato, suspiró y dijo con un tono muy duro,
──Dijo que la familia Icaza no puede seguir manteniendo una princesa como tú y Alexander tiene muchas problemas que resolver, no tendrán tiempo para resolver la parte que causaste. Entonces, te avisó que buscara una ocasión para divorciarte de Alexander. Te mandarán luego el contrato de divorcio.
─No ──Erika dijo directamente, con los ojos muy abiertos──, no voy a divorciarme de Alexander.
Su madre la miró imponente,
──Te pedí bajar para lograrte una oportunidad. Pero, no apreciaste. A partir de ahora, no vuelvo a intervenir en tus asuntos.
Erika ya hizo su madre sentir mucha vergüenza frente de la señora de la familia Icaza. De verdad, ya le hartó lo que hizo su hija. Después de hablar de eso, salió de la habitación. Quedó Erika sentada en la cama, muy confusa. No podía creer que Alexander la abandonara. Tardó muchos años su matrimonio y conocía muy bien a su marido. Su madre dijo que a Alexander le hartó, eso ella podía entenderlo. Porque a veces de verdad se pasó de la raya. Pero los dos eran pareja, ¿no? ¿Acaso no deberían cederse mutuamente?
Erika dejó de pensar y se cambió de ropa, saliendo de la habitación. Había nadie abajo y sacó el coche del garaje. Manejó el coche hacia la casa de la familia Icaza, llamando a su marido durante el camino. Sin embargo, nadie le contestó.
Antes, si él no le contestaba, podía ser que su marido estuviera ocupado de negocios. Pero ahora
la situación era diferente.
Erika ya no podía seguir pensando, tan horrible la realidad frente a ella. Durante el camino, Erika cruzó con el semáforo en rojo dos veces, así que llegó rápidamente a la casa de Icaza. Llamó la puerta y la dejó entrar el mayordomo.
Erika bajó del auto y vio en seguida a Mirando Pozo, quien estaba en el jardín. Al ver a Erika, la saludó con poca cordialidad.
Generalmente, Erika la ignoró directamente. Sin embargo, considerando lo que pasó hoy, le respondió,
──¿Estás sola aquí?
Miranda se sorprendió y respondió,
──Sí.
Después de que los terminar la conversación. Erika caminó hacia el edificio principal. En la sala de estar no había nadie, el criado sintió sorpresa al ver que Erika volviera.
──Buenas noches, Señora.
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