Darío estaba pensando lo que dijo Lidia durante un rato y luego asintió,
—Bueno, llévame a casa de esa mujer inmediatamente.
Debido a que la última vez Lidia siguió a Santiago a la casa de Vanesa. Así que recordó la dirección.
Los dos ya estaban en el camino, pero Lidia todavía estaba pensando cómo escapar de sus manos.
Estaba a punto de llegar su casa.
Lidia de repente se le ocurrió algo y dijo a Darío,
—Hay cámara de vigilancia delante de su patio, así que no nos conveniente conducir cerca de su casa directamente. Mi número de coche puede ser distinguido, de esta manera, es más fácil saber tu dirección para la policía.
—Tienes razón. ¿Y qué debemos hacer a continuación?
—Llamaré a Vanesa a venir aquí, y tú esconderás detrás de aquel árbol. Cuando ella aparezca, solo necesitas raptarla por atrás, y yo conduciré a recogeros, ¿de acuerdo?
—Bien. Así que hazlo ahora.
Lidia sabía que este hombre tonto ya se cayó en su trampa. Así que llamó a Vanesa directamente.
Por otro lado, Vanesa estaba acostando en el sofá viendo la televisión. Cuando sonó el móvil, solo echó una vistazo a la pantalla pero no quería coger su teléfono.
Lidia se puso muy nerviosa de repente, si su plan no podía seguir, no tendría la oportunidad de huir. Así que empezó llamarla otra vez.
Una y otra vez, pero nadie respondió.
—Ya que no te cogió tu llamada, creo que es mejor que yo vaya contigo y tú llames a la puerta en persona, cuando abre la puerta, también puedo lograr secuestrarla —dijo con impaciencia Darío.
Al escuchar sus palabras, Lidia se sintió muy inquieta y gritó directamente
—No, no puedo. Quiero decir que si la cámara de vigilancia graba tu cara, estarás en líos, ¿no? Intenta llamarla de nuevo.
—Bueno. Date prisa.
Afortunadamente, Vanesa cogió por fin.
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