‒Para nada, todo ha sido coincidencia ‒ digo porque eso fue lo que pasó.
Pienso que si lo hubiéramos planeado no nos resultaba así de fantástico, pues estábamos ante un caso difícil de creer, no eran fechas exactas, pero estaba segura que se aproximaban la una a la otra, si bien los mellizos Morgan y nuestros trillizos se llevan unos pocos meses de tiempo, con estos podríamos llegar a tenerlos el mismo día o por muy poco diferencia.
‒Así que entre las dos, puede que tengamos unos 4 o 5 niños más, yo pienso que deberíamos poner una guardería ‒ reímos por la ocurrencia, pero nada descabellada.
Owen también piensa que será gemelar este embarazo, pues no podemos pensar de otra forma, a mí me gustaría que lo fuera de todos modos, es un trabajo arduo, no lo niego, pero entre todos hemos sabido como arreglárnosla.
‒Eso creemos.
Me gustaría en dado caso de que así fuera, que sean niñas, gemelas o trillizas, me daba igual, pero que esta vez nos dieran la sorpresa de ser niñas, como dijo Jeremy, ya está bueno de tanto niño ruidoso, aunque no lo quiera admitir.
‒ ¿Y si son niños otra vez? ‒ es la pregunta que hace mi padre.
A mis padres le encantan los trillizos, ya sé que a ellos les hubiera gustado tener otro bebé y con los chicos se lo pasan de maravilla, por eso se había ofrecido mi padre a quedarse un tiempo con ellos, bueno me imaginaba que era cuidarlos durante el día, al igual que mis suegros.
‒No es seguro que sea un embarazo de gemelos.
Digo, no es que estemos con la plena seguridad que lo sean, sé que puede ser, pero hasta no tener los resultados no podemos decir nada, como dije antes, esa sería una grata sorpresa.
‒Hay un alto porcentaje de que así sea ‒ mi cuñado así lo da a conocer.
He buscado información sobre eso y tiene razón, la probabilidad es más alta cuando se tienen embarazos gemelares anteriores, por lo tanto se podría decir que sí, en dado caso, esta vez ya seriamos siete u ocho, si eran niñas ya estaba pensando en todos los colores con los que las vestiría, Jillie estaría encantada de igual manera, en realidad todos estaban deseando que fueran niñas esta vez, de igual forma todos serian bien queridos.
‒Si es uno o son dos, lo más importante es que lleguen sanos, con eso es más que suficiente.
Dice Owen, pues todos sabemos que tal como lleguen están en una familia que desde ya los espera. Mis hijos tiene la suerte de que son la luz de los ojos de sus tíos y abuelos, claro todos los chicos, son los consentidos de la casa, tanto los míos como el de Jeremy, el de mi cuñada que viene en camino y los posteriores.
‒Ahhh ‒ gritaron los tres.
Los trillizos salieron corriendo por toda la sala, Didier hizo el intento de bajarse de las piernas de Miluska, pero era más su sueño, que prefirió quedarse acostado en los brazos de su madre y ver todos los malabares que hacían los trillizos a ser perseguidos por su tía y su tío, que ni siquiera los perseguían solo n hacia donde se habían escondido. Muchas veces me preocupaba mi cuñada, se ponía a jugar con los niños como si no estuviera embarazada.
A pesar de que su embarazo no era de alto riesgo, Gabe, estaba más que al pendiente de sus locuras, pues no media el peligro, parecía uno más de los niños, pero no había poder humano que la hiciera entender, pues ninguna molestia del embarazo la había detenido, solo lo que le había afectado era el acomodo al dormir, por eso no podía dormir si su almohada y la comprendía.
Los chicos estaban abrazando a su tía, Gabe toma de la mano a Bastian, mientras que los demás toman a Jillie, se acercan a nosotros y ese es el fin de toda sus travesuras.
‒Adiós familia.
‒Adiós, tíos.
Ahora había que contarles la noticia a los trillizos, estarían contentos, de eso no tenía ninguna duda, serían unos lindos hermanos mayores, tal como lo hacían con su primito Didier.

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