¡Jefe, pronto seremos tres! romance Capítulo 80

Lo miro a los ojos, de verdad no esperaba esa pregunta de su parte. Pero si tenía la duda se lo demostraría con hechos y no solamente con palabras. Owen ya estaba anclado a mi piel, en mi sistema, poco apoco iba buscando su rincón en mi corazón, me gustaba demasiado como para no intentarlo. Algo serio y duradero. No tenía más que pensar, lo nuestro tenía que seguir floreciendo.

–Dejé de amarlo mucho antes de que se pusieran difíciles las cosas - le soy sincera - no sé porque seguía con él.

–Quizás estabas esperando el momento preciso para hacerlo.

–Me pregunto por qué esperé tanto. No quería abril los ojos, me tardé demasiado en reaccionar. Me estaba dejando derrotar y no me lo podía permitir, ya no más.

–Lo bueno fue que lo hiciste a tiempo.

–No me importó si le dolió o si mis palabras fueron demasiado duras, mi copa se rebasó.

Ese día conoció a la verdadera Olivia, se me cayó la piel de buena, me volví una víbora sin corazón. Todo lo que me había callado salió como río desbordado. Mi alma se bañó de paz, regocijo y libertad. Era libre, me había desecho de esa mancha en mi pulcra vida. Era extraño y mezquino. Definitivamente Justin era un caso cerrado.

–Tú actuaste en defensa propia, esa relación ya no iba por buen camino.

–Se echó toda la culpa – le confieso – también asumo mi responsabilidad de ser tan sumisa en su presencia.

–Olivia, tu no cometiste ninguna falta.

Eso era fácil de decir, pero los seres humanos, nos volvemos masoquista y nos enviciamos con cosas que nos dañan y nos vuelven inestables emocionalmente. Las circunstancias obligaban a salir de ese bache, de darle la vuelta a la tortilla, ya era justo que mi corazón tuviera a alguien por quien latir, por alguien que me hacía vibrar y ese alguien era Owen.

¿Por qué me iba a preocupar por un individuo egoísta, por alguien que no se lo merecía? si ya tenía a Owen, que era una buena persona y en la cama era una bestia.

Que satisfacía todas mis necesidades. La conversación se terminó y con ello esperaba que no le quedara duda de que por nada del mundo regresaría con Justin.

–Me voy a dar un baño.

–Está bien.

Me abraza y así nos quedamos por unos minutos. Me levanto de la cama así desnuda como estaba, no me dio vergüenza y vi que disfrutaba de las vistas, con su sonrisa como lobo a punto de comerse al inocente cordero. Lo dejé acostado. Si lo llego a invitar a bañarnos juntos ya estuviera haciendo lo que no debía. Le estaba dando espacio para que sus ideas se afianzaran. Yo le daba mi libro en blanco para que escribiera nuestra historia o para que entre los dos la escribiéramos.

Al entrar al cuarto de baño, noté el olor fuerte del desinfectante de lavanda, se me hizo de repente muy excesivo, provocando que se me revolviera el estómago. Busqué el reciente y lo tapé, automáticamente dejó de molestar a mis fosas nasales. Abrí la llave de la regadera y esperé a que saliera el agua fría y la regulé con la caliente. Busco la toalla, la coloco encima de lavabo y me meto a la ducha.

Capítulo 80 Olivia Damschroder 1

Capítulo 80 Olivia Damschroder 2

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