Roberta una vez había escuchado rumores sobre ese asunto, pero en aquel entonces confiaba ciegamente en Verónica, así que siempre pensó que Ariana estaba mintiendo.
Pero en ese momento, con aquel video frente a sus ojos, había pruebas irrefutables.
Si eso era cierto, ¿no había sido su hija quién había sufrido una injusticia?
Roberta de repente se arrepintió y al mismo tiempo sentía reproche hacia Ariana. ¿Por qué no podían hablar las cosas tranquilamente? ¿Por qué tenían que llegar a ese extremo?
Verónica, al ver la molestia en los ojos de Roberta, sabía que si no actuaba bien esa noche, ya no podría volver a entrar a la casa de los Moore con la frente en alto.
Su rostro mostraba arrepentimiento y continuó diciendo: "Roberta, ¿recuerdas aquella noche en que Ariana dijo que estaba saliendo con hombres? Fue esa noche cuando Bruno bebió demasiado y... pero eso no es excusa, yo le fallé a Ariana."
Roberta se sintió aliviada y, sin pensarlo, volvió a confiar en Verónica.
Así que todo había empezado aquella noche. Ariana ya había dicho que estaba viendo a otros hombres. Bruno siempre fue orgulloso y seguro no podía soportar el despecho, así que no era raro que se pasara de tragos.
El corazón de Roberta estaba lleno de sentimientos encontrados, por un lado, resentía a Ariana y, por otro, a Verónica.
Pero luego pensó que si Bruno no podía resistirse a buscar otras mujeres, mejor sería que estuviera con Verónica, que después de todo era como parte de la familia Moore.
"Vero, aunque tú y Bruno hayan estado juntos, al final Ariana será la que se casará con él."
Verónica, con la mano caída a un lado, la apretó lentamente, y sus ojos se enrojecieron.
¡Qué humillación!
¡Quería destruirlo todo!
Pero tenía que admitir su error y fingir sinceridad.
"Sé que Ariana es maravillosa y merece lo mejor."
Su actitud de arrepentimiento sincero calmó completamente a Roberta.
Roberta siempre la había querido y solo suspiró diciendo: "Está bien, ya no te arrodilles, levántate. Yo había pensado en ti como nuera de los Moore, pero tú y Bruno han armado este lío. Ariana debe estar sintiéndose mal, cuando ella regrese, hablaré con ella para interceder por ti."
Verónica, con un sollozo, se puso de pie y se secó las lágrimas de las mejillas diciendo: "Roberta, yo iré personalmente a pedirle perdón a Ariana. En cuanto a Bruno, no volveré a contactarlo."
Ella ya sabía lo que Roberta pensaba, así que dijo eso para sondearla un poco más.
Y como esperaba, la respuesta de Roberta fue justo lo que quería escuchar.
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