La Dama de los Sueños Dorados romance Capítulo 144

Ariana temía que si seguía así, acabaría enferma de preocupación y por eso dijo: "Director, estoy bien y aunque tengo un compromiso con Bruno, probablemente se cancelará pronto, pues él no me gusta, por lo tanto no hay mucho de qué estar triste."

"Ari, ¿acaso no te conozco? Insististe en llevarte a Vero porque eres demasiado leal y sentimental, en cambio lo que ella hizo fue como clavarte un cuchillo en el corazón; ¿cómo no ibas a estar triste? Ahora desearía que no fueras hija de los Moore, para que no tuvieras que sufrir en esa familia."

Ariana no respondió, pues el corazón de una persona solo podía albergar un cierto grado de desilusión. La esponja ya estaba llena de agua; incluso si el mar fluía sobre ella, no podría añadirle ni una gota más. Sin embargo, el proceso de absorción había sido doloroso, pero en ese momento ya estaba entumecida.

En ese momento, otra persona llegó a la puerta del orfanato, era Aarón.

El ambiente se volvió aún más incómodo. Con todo lo que había pasado en la familia Moore, él no tenía más remedio que dejar de hacerse el muerto y se acercó a regañadientes.

Aarón tenía un rostro sombrío y evitaba deliberadamente mirar a Verónica, pues solo Dios sabía cuánto le impactó ver aquel video.

Siempre había visto a Verónica como la persona con la que compartiría su vida y ella nunca lo había rechazado claramente, pero jamás imaginó que ella terminaría en la cama con Bruno.

Aarón se sentía nauseabundo, pero no podía reprimir ese afecto que aún sentía por ella, por lo que había estado evitando el tema.

A pesar de todo, cuando recibió la noticia, no pudo evitar ir allí, ya que aún se preocupaba por ella. Los años de relación no se podían destruir con un solo video.

El corazón de Verónica estaba en conflicto, se alejaba intencionadamente de Bruno y le lanzaba a Aarón una mirada de lástima.

Aunque Aarón estaba enfadado, no podía evitar sentir compasión.

Con solo un poco de consuelo en su mirada, Verónica tenía un desdén en lo profundo de sus ojos, esperando que, una vez que se conocieran los resultados, todos irían a suplicarle.

Ella levantó la cabeza y mirando la puerta cerrada, se rio fríamente por dentro.

Roberta, que estaba al lado, finalmente no pudo soportar la tensión y le preguntó a Luis: "Si están haciendo otra prueba de paternidad para ti y para Vero, ¿por qué no te pidieron nada hace un momento?"

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