La Espectacular Transformación de la Reina AI romance Capítulo 441

No solo ellos, los demás competidores, al ver a Paulina y Jaime, también entendieron que esta vez todo su esfuerzo había sido en vano.

Y la verdad es que así fue.

Mientras todos esperaban, el resultado de la licitación salió rápido: el proyecto de movilidad inteligente de Fuente de la Felicidad se lo llevó La Conquista Comercial.

Para Paulina y Jaime, ese resultado no fue ninguna sorpresa.

Tenían otros asuntos más urgentes que atender, así que no pensaban quedarse ahí más tiempo del necesario.

Cuando Paulina y Jaime pasaron junto a Pedro y Mercedez sin siquiera mirarlos, a estos últimos se les descompuso aún más la expresión. Si ya traían la cara desencajada, ahora parecía que se les caía el mundo encima.

Desde que se mudaron a Fuente de la Felicidad, el Grupo Lobos había ido funcionando más o menos bien gracias a la ayuda de Armando. Por la relación entre Armando y Mercedez, varias personas del círculo empresarial conocían la empresa.

Pero eso solo pasaba dentro del círculo; en realidad, aún no lograban hacerse de un nombre fuera de ahí.

Antes no habían podido destacar porque les faltaba una tecnología clave para competir en el mercado.

Ahora, por fin habían logrado un avance técnico, y si conseguían ese proyecto de movilidad inteligente, la fuerza y el prestigio de Tecnología Lobos despegarían de inmediato.

Llevaban más de un mes trabajando como locos, invirtiendo recursos, tiempo y esfuerzo. Creían que ese proyecto ya era suyo, pero resultó que...

Después de que Paulina y Jaime se marcharon, Pedro y Mercedez se quedaron sentados sin moverse un buen rato.

La familia Lobos y los Saavedra estaban muy atentos a cómo saliera esa licitación.

En cuanto pudo, Alicia le marcó a Mercedez:

—Hermana, ¿ya tienes noticias? ¿Nos quedamos con el proyecto?

Mercedez contestó con voz distante:

—No.

—¿Cómo que no? —Alicia arrugó el entrecejo—. Se supone que aunque había empresas fuertes compitiendo, nosotros...

—El proyecto se lo quedó La Conquista Comercial.

—¿Qué? —Alicia casi gritó—. ¿La Conquista Comercial? ¿Acaso no iban a participar? ¿Cómo...?

Cuando se dio cuenta, Alicia apretó los dientes y soltó:

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