La Espectacular Transformación de la Reina AI romance Capítulo 618

Armando respondió rápidamente: [De acuerdo, ya lo sé.]

Esa fue su respuesta, pero pasaron otros tres o cuatro días y Paulina seguía sin recibir noticias de Armando para ir al registro civil a finalizar el divorcio.

Armando llevaba más de una semana de regreso en el país y aún no había tomado la iniciativa de divorciarse de Paulina, algo de lo que la familia Lobos y la familia Saavedra también estaban al tanto.

No solo eso, sino que también sabían que durante esa semana, Armando apenas se había visto con Mercedez.

Si Armando estuviera muy ocupado con el trabajo, podrían entenderlo.

Pero, según sabían, Armando no había estado particularmente ocupado esa semana.

Mercedez les había dicho que, desde que Armando se enteró de la capacidad profesional de Paulina, su actitud hacia ella había comenzado a cambiar lentamente.

Ahora, Armando probablemente sentía algo por Paulina, hasta el punto de que ya le estaba costando divorciarse de ella.

Aun así, la familia Lobos y la familia Saavedra seguían creyendo que Armando sentía un profundo amor por Mercedez.

Pero ahora los días pasaban, Armando no estaba ocupado y, sin embargo, no se divorciaba de Paulina y había reducido sus encuentros con Mercedez. Su indecisión, ¿significaba que la posición de Paulina en su corazón ya podía competir con la de Mercedez?

Alicia no podía aceptarlo y exclamó:

—¡Imposible! ¡Es imposible que Paulina se compare con mi hermana! ¡Armando no la elegiría a ella en lugar de a mi hermana!

Los demás también pensaban que era imposible.

Para ellos, aunque Paulina era sobresaliente en el campo de la inteligencia artificial, Mercedez no solo era excelente en esa área, sino que también brillaba en otros campos.

Era sumamente atractiva de cara al público, ¿cómo podría Paulina competir con ella?

A pesar de todo, era un hecho innegable que Armando no quería divorciarse de Paulina y había reducido sus encuentros con Mercedez.

—Esperemos un poco más —dijo Beatriz Saavedra con calma.

—Exacto —intervino Alicia—. Estoy segura de que, cuando lo piense bien, Armando elegirá a mi hermana. ¿Qué es Paulina? ¡No hay nada en ella que se pueda comparar con mi hermana!