La Esposa de Lobo romance Capítulo 138

“Oye, hermano…”. El líder asesino se rio y se burló, “¡M*erdita! ¡No sabía que eras un imbécil tan arrogante! Vamos, dime qué me harás si te amenazo”.

Tan pronto como terminó de hablar, sus hombres revelaron sus armas y apuntaron a Andrius.

El líder asesino creía que tenía a Andrius bajo control, por lo que continuó burlándose sin escrúpulos: “Vamos, muéstramelo. Tengo curiosidad. Satisface mi curiosidad, por favor”.

Sus hombres se rieron y también hicieron eco. Todos se burlaron y miraron a Andrius y Noir con desdén.

“Sí. ¡Pensé que tú eras la m*erda!”.

“¡Muéstranos!”.

“¡Estás muerto si no nos entretienes!”.

“Vamos, ¿no puedes ver lo que tenemos en la mano?”.

Los asesinos y sicarios creían tener la situación bajo control. Sus burlas y provocaciones fueron incesantes, ya que no tomaban en serio a Andrius y a Noir.

La situación hizo que la expresión de Sonia y Bruce cambiara.

La pelea ni siquiera había comenzado, pero Andrius y Noir ya estaban atrapados por los matones. ¿Cómo seguiría la pelea así? ¿Podrían revertir la situación?

Andrius continuó comiendo bocadillos y tomando algunos tragos de cerveza. “Noir, tienes tres minutos. O si no… ya lo escuchaste, te van a quemar el garaje”.

Él sonó frívolo e indiferente. No tomó en serio a los asesinos y sicarios, como si fueran invisibles.

Antes de que Noir pudiera responder, los asesinos y sicarios se enfurecieron.

“¡Pedazo de m*erda!”.

“¡C*brón!”.

“¡Realmente sabes cómo presumir!”.

El líder asesino estaba furioso. Señaló a Andrius y gritó: “¡Disparen! Dispárenles al cerebro…”.

Los asesinos y sicarios eran tan poderosos que eliminaron a las fuerzas de seguridad de los Timberland, e incluso Tiger fue derrotado fácilmente. Los persiguieron por el bosque con armas de fuego.

Sin embargo, Noir los mató a todos con solo una llave inglesa.

El abuelo y la nieta no podían comprender lo que acababa de pasar.

¿Cómo podría alguien ser tan aterrador como la muerte? ¡Fue increíble!

Los dos quedaron asombrados. Se quedaron boquiabiertos y no pudieron reaccionar durante unos minutos.

Lentamente, recuperaron la compostura y miraron a Andrius con miradas complicadas.

“Lo siento, señor Moonshade. Pido disculpas por mi falta de modales antes. ¡Lo siento mucho! Fui una tonta al tomarlo a la ligera. Por favor, no se lo tomes en serio”, Sonia hizo una reverencia y se disculpó con sinceridad.

Debido a la fuga por el bosque, su vestido estaba desordenado y cuando se inclinó, su cuello flojo reveló su escote.