La Esposa de Lobo romance Capítulo 195

"Señor Moonshade".

Los dos caminaron hacia una casa en el bosque. Athena llevaba una botella de vino e indicaba mientras caminaba, "Mi amo es muy complaciente. Es que... es muy exigente. Estarás bien mientras no lo provoques".

"Entiendo", respondió Andrius.

"Su apellido es Walker. Puedes llamarlo...". Athena estaba a punto de decirle a Andrius que lo llamara "Abuelo Walker", pero le pareció que se estaba aprovechando de él de esa manera.

Ella lo llamaba Maestro. Si Andrius lo llamaba 'Abuelo', entonces... sonaría como si ella estuviera una generación por encima de Andrius.

Athena no pudo evitar hacer una pausa.

Andrius dijo con indiferencia, "Lo llamaré señor Walker".

"¡Claro!".

Pronto, llegaron abajo.

"¡Maestro! Vengo a verlo". Athena tocó a la puerta.

"Keke...".

Sonó una extraña risa. La puerta se abrió, y un anciano apareció frente a ellos. "Huelo la fragancia del buen vino".

Mientras él hablaba, cerró los ojos y continuó olfateando.

"¡Deja de oler!". Athena sacó el vino de su espalda. "Toma, Maestro. Tómatelo con calma!".

"¡Jajaja! Athy, ¡eres realmente mi buen discípula!".

El anciano tomó el vino con satisfacción y volvió a respirar hondo con expresión de felicidad.

De repente, vio a Andrius a un lado y preguntó, "Athy, ¿es éste el niño que dijiste que se quedaría conmigo por un momento?".

"Sí". Athena asintió y dijo, "Amo, es el... esposo de mi jefa. Se llama Andrius Moonshade. Estará a tu cuidado durante este periodo de tiempo".

"¿El esposo de tu jefa?". El anciano reflexionó un momento, pero no se detuvo en eso. Le dijo a Andrius casualmente, "Búscate una habitación donde quedarte, muchacho. Pero no corras por ahí".

"Aquí dentro, mientras yo siga respirando, nadie podrá hacerte nada".

El viejo seguía llamando 'niño' a Andrius. Estaba claro que no tomaba en serio a Andrius, y sus palabras eran arrogantes y altaneras.

Andrius no se molestó en discutir con él y entró a buscar una habitación donde acostarse. Cruzó las piernas y jugó con su celular, relajándose felizmente.