La Esposa de Lobo romance Capítulo 227

"Si tienes algo que decir, escúpelo ahora mismo", dijo Andrius después de lanzar una rápida mirada a Charlie.

"Tonto, eres duro, ¿verdad?". La expresión de Charlie se volvió sombría. Miró a Andrius con furia y dijo, "Escúchame ahora mismo. Te daré una oportunidad. Tráeme a esa chica y entrégame Entretenimiento Riverfront, o si no...".

Charlie sonrió y siguió amenazando a Andrius, "¡Le diré a mis hombres que te rompan las piernas y se cojan a tu mujer enfrente de ti!".

¡Bofetada!

Antes de que Charlie pudiera terminar, Andrius le abofeteó en la cara, y el golpe casi le arranca los labios.

"Qué m*erda...". Charlie estaba furioso. Volvió a mirar a Andrius y gritó, "¡Agárrenlo! Si muere, yo me encargo".

En cuanto terminó de hablar, sus hombres se acercaron. Crujieron los puños, intimidantes, y rodearon a Andrius de inmediato.

Andrius mantuvo la calma mientras lanzaba un puñetazo a uno de los hombres.

¡Pum!

El primer hombre que se lanzó fue noqueado antes de que pudiera reaccionar. Su cuerpo salió volando hacia atrás, estrellándose contra la pared que tenía detrás.

¡Bofetada!

¡Pum!

¡Twop!

Andrius lanzó una lluvia de puñetazos y bofetadas a los hombres.

Cada golpe lanzaba a un hombre por los aires, y cada patada los desequilibraba.

"¡Aaaarrgh!".

"¡Basta!".

"¡Mi mano!".

"¡Mi cintura!".

En menos de treinta segundos, todos los hombres de Charlie estaban noqueados. Estaban acurrucados de dolor en el suelo o llorando de dolor insoportable.

"Ahora es tu turno".

Entonces, Andrius le sonrió a Charlie.

La sonrisa era similar a la sonrisa del diablo. Charlie se orinó en los pantalones y dijo, tartamudeando, "¡No te acerques a mí!".

Mientras se tambaleaba hacia atrás, continuó amenazando a Andrius, "Soy un Miller de la capital. Si me tocas, te convertirás en enemigo de los Miller. Mi padre y mi abuelo no te perdonarán".

A Andrius no le importó. Agarró a Charlie por el cuello y lo llevó al baño.

"¡Suéltame! ¡Suéltame! Tú...". Charlie estaba aterrorizado. Luchó y gritó, "¡¿A dónde me llevas?!".

"No te preocupes". Andrius arrastró a Charlie al baño y le dijo con una sonrisa, "No te mataré, pero quiero que recuerdes esto".

"¿Qué intentas hacer?". Charlie tenía un mal presentimiento sobre lo que Andrius iba a hacerle. "No... ¡Gulp... Gulp... Gulp!".

Andrius empujó la cabeza de Charlie hacia la taza del inodoro.

Charlie se sorprendió y accidentalmente bebió unos cuantos tragos de agua del inodoro. Estaba ansioso, enfadado y agraviado, pero Andrius lo sujetó con tanta fuerza que no logró soltarse.