La Esposa de Lobo romance Capítulo 253

Zane preguntó burlonamente: "¿Cuál es su veredicto, Señora Crestfall?".

Luna, por supuesto, negó. Sus hermosos ojos fulminaron a Zane y dijo: "¿Quieres que ceda? ¡Ni lo sueñes!".

"¡Entonces, deberías prepararte para ir a la quiebra!". De repente, Zane se rio siniestramente y gritó a los famosos fuera de la oficina: "¡Compañeros artistas, vamos a hacer huelga hasta el final!".

Inmediatamente, las estrellas empezaron a alborotarse al oír las palabras de Zane.

"Señora Crestfall, tengo dolor de estómago. No voy a filmar hoy. ¡Primero tengo que ir al hospital!".

"Alguien golpeó a mi tío. ¡Tengo que ver cómo está!".

"Señora Crestfall, mi gata tuvo un parto difícil. ¡Tengo que ir a ver cómo está!".

"Señora Crestfall...”.

Sin excepción, las estrellas inventaron diferentes razones y excusas para dejar de participar en el avance de la película taquillera. Sus excusas eran tan extrañas que los demás consideraban que era absurdo.

En ese momento, se oyó una voz fría. "¿Eres Zane Wright?".

¡Era Andrius!

Cuando Zane vio a Andrius, su rostro destelló un obvio desprecio, y dijo con desdén: "Si. ¿Qué...?".

¡Pam!

Antes de que pudiera terminar de hablar, Andrius se acercó y le abofeteó. El fuerte sonido resonó casi por todo el piso.

Zane se enfureció de repente y empezó a maldecir al momento. "¡Hijo de p*ta! Cómo te atreves...".

¡Pam!

¡Pam, Pam!

"¡Pam pam pam pam…!".

A Andrius le desagradaba mucho la gente problemática como Zane. Le dio a Zane una lluvia de bofetadas sin piedad. ¡Sus golpes eran rápidos y fuertes!

Zane gritó con fuerza.

Su polvo se desprendió de sus poros y su maquillaje se corrió.

Cuando Luna vio tantos soldados totalmente armados y entusiastas, no pudo evitar sorprenderse por su energía.

¡Eran guerreros de verdad! ¡Eran hombres de verdad!

Zane y los demás eran solo caras bonitas. No tenían ninguna energía.

Andrius dijo con seriedad: "No se puede contar con esos artistas, pero estos soldados están curtidos en mil batallas, tienen fuerza de voluntad y son muy trabajadores. Me costó mucho pedirlos prestados. ¿Por qué no dejas que participen en su lugar?".

Luna se puso pensativa.

Andrio tenía razón. No podía contar con Zane y los demás.

Sin embargo, los soldados frente a ella eran geniales. Podía sentir la atmósfera militar con solo mirar su postura mientras estaban de pie.

Si los utilizaba, quizás los resultados serían inesperados.

Tras dudar un momento, Luna apretó los dientes y aceptó. "¡Muy bien! ¡Que participen en el avance y en la película taquillera! Pero…”.

"Antes de empezar, tengo que darles una preparación básica. Espero que se acostumbren a filmar pronto".