La Esposa de Lobo romance Capítulo 30

La obra de construcción de Punta Norte estaba situada en el Parque Industrial Norte de la ciudad. La Corporación Luna Nueva era el contratista, y el promotor era Grupo Bosque Místico.

El presidente de Grupo Bosque Místico, Hendrick Mysticwood, aceptó beneficios de Solomon, de la Corporación Castlerock, para ir en contra de la Corporación Luna Nueva.

En la oficina de Grupo Bosque Místico, el presidente, Hendrick, marcó el número de Solomon.

"Señor Stormbrew, soy yo, Hendrick."

Al otro lado del teléfono, Solomon preguntó: "Señor Mysticwood, ¿cómo van las cosas por ahí?".

"La Corporación Luna Nueva quería cerrar los proyectos aquí y cobrar todos sus fondos. Lo rechacé tal y como lo pidió", Hendrick dijo.

"Jajaja. Muy buena, Señor Mysticwood. Los fondos que le prometí llegarán pronto a su cuenta". Solomon se rio.

"¡Un placer trabajar con usted!".

Hendrick colgó el teléfono y se puso a fumar su caro cigarrillo. Tocó el teclado para que apareciera la foto de Luna en su ordenador.

Al ver a la hermosa mujer en la pantalla, Hendrick curvó los labios en una sonrisa malvada. Murmuró: "Luna Crestfall, la mujer más bella de Sumeria. Ansió ver cómo te metes en mi cama. Quiero ver lo que tienes bajo esa mirada profesional y casta...".

¡Toc!

Fue entonces cuando su secretaria tocó a la puerta. "Señor, alguien vino a buscarle".

"¿Quién es?", Hendrick preguntó.

"No lo sé. Simplemente dijo que quería verlo", dijo la secretaria.

"Déjalo pasar". Hendrick se sentó derecho.

"¡M*erda!".

Hendrick dio un puñetazo en el suelo y miró furioso a Andrius. Podría tragarse vivo a Andrius si fuera un monstruo.

"¡Desvergonzado, me has hecho enojar! ¿Cinco minutos? ¡Hmph! Si mi obra sigue aquí dentro de cinco minutos, ¡te cortaré en mil pedazos!".

Hendrick se puso en pie, se arregló el cuello y se limpió la sangre de la cara con un pañuelo. Tomó el teléfono y llamó al departamento de seguridad. "Quiero a todos los guardias de seguridad en mi oficina de inmediato".

Después, hizo otra llamada. "Tercer Maestro Ringstone, alguien está tratando de causar problemas aquí en el sitio de construcción. Tráeme algunos hombres".

Tras la llamada, regresó a su asiento y encendió otro cigarrillo. "Chico, apuesto a que has oído hablar del infame Tercer Maestro Ringstone. Es el gran jefe de los bajos mundos de Sumeria. Tiene acciones en nuestra empresa.

"Derribar nuestra obra significa perturbar los negocios del Tercer Maestro Ringstone. Vas a pagar muy caro por ello."