La Esposa de Lobo romance Capítulo 300

”¡Lo sabía!”.

La expresión de Halle reflejaba sus palabras. Ella miró fijamente a Andrius con sus grandes ojos en un intento de descifrar los pensamientos en su interior. “Andrius, ¿quién eres en realidad? ¡Me cuesta entenderte cada vez más!”.

Andrius no pudo evitar reírse ante esto.

¿Cómo podría una chica joven descifrar al Rey Lobo?

Él negó con la cabeza mientras sonreía. “Todavía no estás calificada para conocer mi verdadera identidad…”.

“Tch”. Halle resopló, pero entonces una mirada astuta apareció en sus ojos. “No estoy calificada, pero…”.

“¡Una vez nos acostemos juntos, seré tu mujer! Estaré calificada para preguntarte entonces, ¿verdad?”. Ella actuó con picardía y se inclinó hacia adelante de forma dominante.

“¿Qué estás haciendo?”. Andrius estaba atónito de repente.

Tenía miles de maneras de lidiar con un enemigo, ¡pero estaba indefenso cuando se trataba de lidiar con mujeres!

Halle no tardó en acorrarlarlo en una esquina.

“Andrius…”. Halle se inclinó más cerca y le susurró en voz baja en el oído. “Mírate, eres un hombre adulto, pero nunca has estado con una mujer antes. Acostarte conmigo es una experiencia increíblemente divertida y placentera, ¿sabes? ¿Estás seguro de que no quieres intentarlo?”.

Halle fue directa. Su mano izquierda se enganchó al cuello de Andrius, y su mano derecha comenzó a vagar en el cuerpo del hombre. Ella se paró de puntillas y estiró los labios para cubrir los de él.

¡Era un ataque de dos flancos!

Maldición.

¿Quién sería capaz de resistirse?

Andrius casi pierde el control.

Bip, bip, bip…

Justo cuando Halle estaba a punto de obtener lo que quería, el teléfono de Andrius sonó desde su bolsillo. Él sacó su teléfono y, al ver el identificador de llamadas, ¡vio que era una llamada de Luna!

¡Por Dios!

Andrius no fue el único que se sobresaltó.

Luna pensó que él estaba enojado con ella y lo miró con sus hermosos ojos mientras decía: “Está bien. En ese caso, golpéame. No quiero deberte nada”.

Mientras hablaba, Luna le mostró el cachete y le hizo señas a Andrius para que le pegara, cosa que dejó a este último sin palabras.

“Está bien”.

Él no tuvo más opción que aceptar la tarjeta.

Luna añadió: “Además, te daré tres días libres como compensación”.

“Mm”.

“Eso es todo. Puedes irte ahora”.

Después de salir de la oficina de Luna, Andrius se preparó para ir a la casa de Noir para beber.

Para su sorpresa, antes de que siquiera pudiera salir del edificio, Noir lo llamó: “¡Andy, algo le pasó a la señorita Timberland!”.