La Esposa de Lobo romance Capítulo 334

Todos estos dignatarios eran inteligentes y astutos.

Inmediatamente esa persona cerró la boca.

"Como presidenta de la Empresa Celeste, yo, Sonia Timberland, también estoy dispuesta a dar una garantía por los mártires que sacrificaron sus vidas por Florencia. Ofrezco tres mil millones".

Añadió otros malditos 500 millones.

La multitud se quedó atónita, pero no tenían suficientes recursos financieros y solo pudieron suspirar resignados.

“¡Tres mil quinientos millones!”.

"¡Cuatro mil millones!".

Solo Dean y Sonia subían el precio.

Además, sus aumentos eran de 500 millones cada vez.

No importaba la cantidad que Sonia gritara, Dean la superaba de inmediato y decía también una cifra alta. Algunos de sus comentarios eran provocativos.

Sonia ya tenía un plan, así que no le importó.

"Ya son cinco mil millones...". Luna escuchó los precios que ambos gritaban y no pudo evitar quedarse sin palabras. "Simon-Tooke está realmente dispuesto a soltar el capital que tanto les costó ganar con tal de ganarse la aprobación del Rey Lobo".

Ella pudo ver obviamente lo que los demás notaron también.

A su lado, Andrius frunció el ceño y dijo: "No es tan fácil. Creo que... ¡hay una conspiración!".

Cuando dijo esto, inmediatamente atrajo el cinismo de las personas a su alrededor.

"¿Tú qué sabes, muchacho?".

"El Rey Lobo aprobó esta subasta. ¿Quién se atreverá a causar problemas?".

"Exactamente. Con solo gastar unos cuantos miles de millones, pueden ganarse la aprobación del Rey Lobo. Si eso pasa, no tendrán obstáculos si hacen negocios en el Estado del Río Este o incluso en toda Florencia, por no hablar de Sumeria. Estarán rodando en masa".

"Conseguir la aprobación del Rey Lobo es un negocio seguro y rentable. ¿Cómo puede haber una conspiración?".

"Cierra la boca si no entiendes la situación, chico".

Sus palabras estaban llenas de desprecio hacia Andrius.

Luna le regañó algo disgustada: "Andrius, ¿por qué dices tonterías si no sabes nada? Si estás muy aburrido, entonces puedes volver primero".

"Bien". Andrius no se molestó en hablar con esa gente y simplemente se levantó para irse.

En ese momento, ambos aumentaron el precio a seis mil quinientos millones. Era una suma astronómica que bastó para desalentar a muchas personas.

Poco tiempo después de que Andrius se fuera, Dean miró de repente a Sonia con una extraña luz en los ojos. "Señorita Timberland, de verdad quiero contribuir a los mártires de su nación, pero mis recursos tienen un límite. Así que...".