La Esposa de Lobo romance Capítulo 36

Sin que Andrius lo supiera, había un plan siniestro dirigido a él.

Después que despertó en la finca del Jardín Real, que abarcaba 14 millones de pies cuadrados de ancho, se lavó antes de ir a la Corporación Luna Nueva.

Compró algo de pan en el camino para desayunar.

De repente, vio a un grupo de personas.

Al ver más de cerca, Andrius descubrió que en realidad estaban rodeando a un anciano pálido en el suelo. Los transeúntes se quedaron mirando y nadie ayudaba.

Andrius se metió entre la multitud hasta el anciano en el suelo.

Justo cuando iba a tomarle el pulso, uno de los transeúntes dijo: "Oye no le late el corazón. ¿No temes que su familia te chantajee?".

Andrius ignoró al hombre y siguió tomándole el pulso al anciano.

Su corazón se había parado y estaba en estado crítico. Debía de ser una afección recurrente la que le había provocado el colapso. Si hubiera llegado un minuto tarde, el anciano habría encontrado a su creador.

Por suerte Andrius estaba ahí, y la condición del hombre no era nada difícil para él.

Andrius sacó sus agujas de plata y comenzó a hacerle acupuntura.

Los transeúntes criticaron su estupidez.

"¿Es estúpido?".

"El hombre ya no tiene latido. Ni siquiera la tecnología médica moderna puede salvarlo, y mucho menos la acupuntura".

"Solo espera. La familia del anciano seguro que lo chantajeará".

Andrius ignoró a los transeúntes mientras clavaba hábilmente las agujas de plata al cuerpo del anciano. Cada aguja se clavaba en un punto de acceso diferente, con distintos niveles de fuerza.

El qi y la circulación del cuerpo del anciano eran débiles, así que Andrius usó las agujas de plata para canalizar el qi y la sangre por su cuerpo y despertar los órganos dormidos.

Unos minutos después, la respiración del anciano se estabilizó y la palidez de su rostro desapareció. Parecía incluso más sano que antes.

Andrius llamó a una ambulancia y le aconsejó al anciano: "Señor, la regulación del Qi de su cuerpo está muy alterada, lo que le causó el colapso. Es probable que se deba a una enfermedad recurrente así que debe ir a revisarse en el hospital".

"¡Gracias chico!".

El anciano agarró con fuerza la mano de Andrius para expresar su gratitud. "Si no hubiera sido por ti, ¡habría muerto!".

"No es nada", dijo Andrius con una sonrisa.

Pronto llegó la ambulancia. El anciano fue enviado al hospital para recibir el tratamiento adecuado.

Un grupo de hombres en traje formal se reunió fuera de la sala, cada uno de ellos caminando de un lado a otro ansiosamente. Todos ellos eran figuras políticas influyentes de Sumeria.

El anciano de la sala era Alfred Hempton, viceministro de Finanzas del Estado de Río Este, una figura influyente con poder autoritario.