La Esposa de Lobo romance Capítulo 375

”¡No te preocupes, Malfroy!”.

“¡Es solo un Mercedes! ¡Lo alcanzaremos en cuestión de minutos!”.

“Malfoy, lo único en lo que somos buenos es en las carreras. ¡Nadie en la capital es mejor corredor que nosotros!”.

“¡Siéntate y espera! ¡Esa chica no escapará de nosotros!”.

Los otros amigos ricos de Malfoy subieron a su coche y pisaron el acelerador.

¡Brrum!

¡Brrum!

El rugido de los caros motores resonó en el aire.

El Mercedes ya estaba a cien metros de distancia, pero en menos de un minuto, los otros coches caros lo alcanzaron.

Al frente del grupo estaba el Aston Martin de Malfoy, el cual superó al Mercedes rápidamente.

Entonces, con un giro repentino hacia la derecha, el Aston Martin le impidió el paso al Mercedes en un intento de evitar que avanzara.

A la vez, a través del espejo retrovisor, Andrius notó a un Bentley persiguiéndolo desde el lado izquierdo trasero. Era obvio que estaban juntos.

“¡Estos imb*ciles!*, dijo Rainbow con enojo. “¡Lo están haciendo a propósito! ¡Están tratando de detenernos!”.

Andrius no se molestó demasiado. En lugar de responder con palabras, lo hizo con acciones.

¡Brrrum!

Él pisó el acelerador, alejándose del Bentley que se acercaba por el lado trasero izquierdo.

Solo quedaba el Aston Martin en el camino.

Andrius no dejó de pisar el acelerador.

Malfoy se movió ligeramente hacia la izquierda para tratar de impedirle de nuevo el paso a Andrius.

“Qué infantil”.

Andrius se burló e hizo un giro cerrado hacia la derecha.

El Aston Martin fue empujado fuera del carril, mientras que el Mercedes se quedó dentro del mismo para superarlo.

La verdadera velocidad solo podía determinarse con los giros.

Conduciendo en línea recta, cualquiera era capaz de simplemente pisar el acelerador.

“¡Andy, eres grandioso!”.

Rainbow se sorprendió cuando el Mercedes se alejó de los otros coches. Ella lo halagó: “¡Leíste a la perfección sus movimientos y te alejaste de ellos!”.

Andrius sonrió, pero no dejó de pisar el acelerador aún.

Malfoy y los demás estaban echando humo de la rabia.

“¿Qué mierda…?”. Malfoy le pegó a su timón después de perder al Mercedes de vista y rugió: “¿Quién m*erda es ese vándalo? ¡Manejó ese Mercedes sedán como si fuera un coche de carreras!”.

Los otros se quedaron sin palabras.

“Es bueno”.

“¿Le hizo algo a su coche?”.

“¡Qué ridículo!”.

Malfoy se rehusó a aceptar una derrota tan vergonzosa.

“¡Encuéntrenlo!”. Él sacó su teléfono y gritó: “¡Encuéntrenlo! ¡Encuentren la identidad del cabrón que se llevó a Rainbow y dónde está el coche ahora! El número de placa es…”.

Como uno de los jovenes rícos de la capital, Malfoy jamás había recibido una humillación como esta. ¡Tenía que vengarse de este conductor!

¡Yiiii!

El Mercedes se detuvo con un chillido en frente del hotel Grande Regis.

“¡Uhh!”.

Rainbow abrió la puerta y vomitó a un lado del coche. Se sentía extremadamente enferma después de la persecución en coche.