La Esposa de Lobo romance Capítulo 385

"¡Te volaré la cabeza si te mueves!".

Todos los policías fueron salvajes y apuntaron a Andrius con el cañón oscuro de sus pistolas sin distinguir entre el bien y el mal ni preguntarse por las circunstancias del asunto.

"¡Chico!". El capitán, Tucker Olson, se acercó y se preparó para arrestar a Andrius. "Estás arrestado por agresión y daños intencionados a la propiedad privada. Ven con nosotros".

Ya estaba en complicidad con Darren. No era necesario seguir los procedimientos adecuados ni tener un motivo.

Luna se puso ansiosa al instante y se acercó para razonar con él. "Capitán, fue...".

"¡Venga ya!". Tucker interrumpió a Luna. "Vi todo claramente desde el coche. Golpeó a estas personas. ¿Qué hay que defender? ¡Llévenselo!".

A su grito, varios policías se acercaron, esposaron a Andrius y se lo llevaron.

Andrius entrecerró ligeramente los ojos. Esta gente tenía realmente pocos escrúpulos y era muy atrevida.

"¡Andrius!".

Justo cuando estaba a punto de entrar en acción, Luna lo detuvo y sacudió la cabeza, diciendo en voz baja: "No seas imprudente. Puedes golpear a esos guardias de seguridad, pero…”.

"Si golpeas a un agente de la ley, la situación será diferente. Agredir a un agente de la ley es un asunto muy serio, ¡no importa cuándo ni por qué razón!”.

"Solo vé con ellos primero. Encontraré la forma de sacarte".

Luna siempre fue respetuosa de la ley, así que esos pensamientos le parecían razonables.

Andrius no pudo decir nada y solo dejo que los policías lo esposaran y lo metieran en el coche.

Luna regresó a la Finca Kavo con rostro preocupado.

"Luna, ¿dónde está Andrius? ¿No estaba contigo?", preguntó Jane con curiosidad.

"Él... Hace un rato, fuimos juntos al mercado medicinal a comprar ginseng, pero pasó algo inesperado".

Luna explicó brevemente la situación y miró a Jane con esperanza. "Abuela, los Conery tienen una gran red de contactos. ¿Crees que tienes algún conocido que pueda... sacarlo?".

Jane presumió al instante.

Aunque Andrius la salvó, cuando supo por Alec y los demás que Andrius exigía que todos se arrodillaran y le pidieran disculpas antes de atenderla, se disgustó mucho.

Ella sabía muy bien lo poderoso que era Andrius y no se preocupó para nada.

El asombroso Rey Lobo...

Nadie en Florencia, o incluso en el mundo entero, podría hacerlo sufrir, y menos aún el departamento de policía local.

Pero sus palabras no sirvieron de consuelo a Luna.

Cuando Luna vio las hipócritas acciones de sus familiares, apretó los dientes y regresó a la tienda medicinal.

Por supuesto, sabía que Darren y los policías eran cómplices. Por eso, si quería salvar a Andrius, tenía que empezar por el dueño de la tienda.

Darren había estado esperando esto. Ya estaba familiarizado con estas situaciones.

Muchas personas eran arrogantes al comienzo, pero una vez arrestadas, se volvían tímidas como ratones. Pedían piedad e intentaban todo tipo de métodos para complacerlo. Era entonces cuando se ganaba mucho dinero.

"Jefe...". Luna dijo en tono bajo y sumiso: "¿Qué quieres para estar dispuesto a dejarle ir?".