La Esposa de Lobo romance Capítulo 462

"¡Lo siento!". El corazón de Jeramie latía fuerte mientras se inclinaba y se disculpaba. "¡Fui imprudente! ¡Cometí un error! ¡Me equivoqué! ¡Lo siento mucho por esto!".

Puede que se inclinara ante Zenith, pero en realidad se estaba disculpando con Andrius.

Mantuvo su postura de reverencia y le gritó a sus guardaespaldas detrás de él: "¡Dejen de estar ahí parados! ¡Discúlpense!".

¡Tenía miedo! ¡Tenía miedo de que el Rey Lobo destruyera su hotel!

"¡Lo siento!".

"¡Fuimos imprudentes!".

"¡Joven Amo Mangold, estábamos cegados!".

Los guardaespaldas no tenían ni idea de lo que pasó, pero cuando vieron el miedo en la cara de Jeramie y las venas que le salieron en la frente al gritar, supieron que estaban ante alguien poderoso.

Zenith quedó asombrado. ¿Desde cuándo su nombre se volvió tan conocido?

Aun así, era algo bueno.

Ya que Jeramie se rindió, Zenith no lo responsabilizó. Simplemente dijo: "Abre más los ojos la próxima vez. No todo el mundo es tan educado como yo".

"¡Sí! ¡Sí! ¡Sí, Señor!". Jeramie asintió y se inclinó repetidamente. Estaba mortificado mientras miraba en secreto a Andrius.

"¡Largo de aquí!".

"¡El Joven Amo Mangold está de buen humor hoy! ¡No quiere ser calculador con un pedazo de m**rda como tú! ¡Fuera de su vista!".

"¡Si sigues siendo tan arrogante, te daré una paliza!".

"¿Qué tontería? ¡¿Cómo se atreve a levantarle la voz al Joven Amo Mangold?!".

Los Crestfalls se pusieron arrogantes cuando supieron que Zenith era más influyente de lo que pensaban. Continuaron aprovechándose de la influencia de Zenith y reprendieron a Jeramie.

Jeramie ni siquiera se atrevió a moverse.

Andrius se dio cuenta de lo que pasaba y le asintió a Jeramie.

Jeramie escapó rápidamente después de ser perdonado por el Rey Lobo.

Cuando escapó a un lugar seguro, se dio cuenta de que su camisa estaba empapada de sudor, como si hubiera saltado a una piscina.

"Uf...". Suspiró de alivio.

"Señor O'Conner, ¿a dónde va? ¡Este es un acuerdo de tres mil millones!".

"¡Señor O'Conner! ¿No está siendo irrespetuoso? ¿No debería decirnos qué pasó?".

"Señor O'Conner...".

Lacles estaba en medio de una importante reunión para discutir un acuerdo que valía tres mil millones. Ganaría un gran beneficio con el trato.

Pero, miró a los demás y dijo: "Lo siento a todos. Si esta vez lo hago bien, no hablen de tres mil millones. ¡Puedo conseguir treinta mil millones con una sola palabra de él!".

Entonces, Lacles se fue sin mirar atrás.

¿30 mil millones? ¿Con una sola palabra?

Los asistentes a la reunión quedaron confundidos. Se miraron entre ellos, preguntándose qué había pasado. Conocían a Lacles como un hombre cuidadoso y meticuloso, pero se fue en medio de una reunión tan importante.

Lo que dijo sonó extraño, así que debía guardar un gran secreto.

"Tal vez... deberíamos trabajar más de cerca con el Señor O'Conner".