La Esposa de Lobo romance Capítulo 529

¡Sonaba como un jabalí!

Andrius caminó y encontró a un jabalí muy gordo frotándose con entusiasmo contra un gran pino, disfrutando de un spa de aceite de pino.

Esos movimientos y gritos...

¡Tenía al menos dos años y medio!

Una luz brilló en los ojos de Andrius y de repente tuvo una idea.

Zum...

Al momento siguiente, una luz plateada brilló y atravesó el cuerpo del jabalí.

El jabalí cayó al suelo.

Andrius untó aceite de pino fresco en su teléfono y luego lo pegó al cuerpo del jabalí. Después de confirmar que no se caería, clavó otra aguja en el jabalí para despertarlo.

Iii...

El jabalí chilló y huyó presa del pánico.

"Sigue. Cuanto más corras, mejor”.

Andrius observó al jabalí mientras una sonrisa aparecía en sus labios.

Como la otra parte lo estaba apuntando, debieron haberse preparado mucho. Era posible que su teléfono ya hubiera estado bajo vigilancia.

Ahora podrían seguir adelante y localizar la posición del jabalí.

Después de hacer esto, Andrius observó el terreno cercano en busca de posibles centinelas ocultos, etc. Luego, entró en el bosque y esperó a que cayera la noche para tomar acción.

Pronto llegó la noche.

La luna estaba tenue y los vientos de la montaña se hicieron más fríos.

Cruac, cruac…

El canto de los cuervos se podía escuchar ocasionalmente, emitiendo una sensación espeluznante.

Andrius comenzó a ponerse en acción.

"¡Atrápenla!".

"¡No dejen que se escape!".

"¡Rápido, bloqueen su camino!".

En ese momento, hubo una conmoción más delante.

Andrius miró fijamente en esa dirección.

Una mujer vestida con ropa ajustada que la hacía casi invisible por la noche corría desesperadamente colina abajo, y varios hombres grandes la perseguían, lentamente alcanzándola.

Entonces, una persona apareció desde un lado y rápidamente la alcanzó.

Además, el asesino que escoltaba a Noelle también sacó una daga y la presionó contra su cuello.

¿El Rey Lobo?

Noelle quedó atónita.

¿Estaba también cerca el Rey Lobo?

Andrius se quedó sin palabras.

Esta maldita mujer causó tantos problemas. Ahora que su plan había sido expuesto, solo podía pelear.

Zum.

Una sombra parpadeó en la noche oscura.

En un abrir y cerrar de ojos, llegó frente al grupo de asesinos y tomó medidas decisivas. Sus acciones fueron rápidas como el viento y ágiles como un leopardo.

¡Bam!

¡Crac!

¡Bum!

Todos estos eran equipos de asesinos de las Naciones Occidentales, por lo que Andrius, naturalmente, no se contuvo. Cada uno de sus movimientos fue feroz y despiadado.