Resumo do capítulo Capítulo 96 de La Esposa de Lobo
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Noir hizo lo que le dijeron.
Mientras tanto, en casa de los Hanshu, Randal bebía con una hermosa mujer en sus brazos.
Sin embargo, aún no lograba deshacerse del olor de su propia orina en su garganta. Ni siquiera el vino podía quitárselo.
De hecho era su propia pesadilla atormentándolo ya que el doctor le había sacado toda la orina del cuerpo el primer día.
Por desgracia, había quedado traumatizado y no podía superar el horror.
"¡Maldita sea! ¿Por qué la Noche Oscura no responde a mi mensaje?". Randal tomó el teléfono y quiso llamar al líder.
De repente, una voz fría vino desde afuera de la puerta.
"No hace falta que los llames. Ya están aquí".
¿Por qué la voz sonaba como la de Andrius?
Randal se puso en pie de un salto mientras el miedo le envolvía el rostro.
Un objeto redondo chocó atravesando la puerta y volando hacia Randal.
Sorprendido, Randal saltó sobre el sofá para evitar el proyectil.
¡Clonc!
El objeto redondo cayó sobre la mesa y rebotó dos veces antes de detenerse. Un líquido rojo salpicó y una gota cayó sobre los labios de Randal.
Randal instintivamente se la lamió. Sabía dulce, pero también a metal.
Vio el objeto que estaba en la mesa y cuando por fin lo vio con claridad quedó horrorizado. Sus piernas se alfojaron y se desplomó en el sofá.
Era la cabeza del líder de la Noche Oscura.
El hombre tenía los ojos abultados y era obvió que había sufrido una terrible muerte. La cabeza cayó sobre la mesa y frente a Randal.
"¡Aaaargh!".
"¡N-No te me acerques!".
Randal se apoyó en la pared. La mancha húmeda de su entrepierna se agrandó. "¡Soy el Joven Amo de los Hanshu! Mi abuelo es Simon Hanshu. Si me pones un dedo encima, ¡no te perdonará! ¡Para! ¡Detente!".
Sin embargo, Andrius continuó caminando hacia él.
Randal tragó saliva nerviosamente, pero sentía la garganta terriblemente seca. Dijo con voz ronca: "Andrius Moonshade, puede que seas bueno luchando, ¡pero una palabra de mi abuelo y los Crestfall estarán hundidos!".
En cuanto sus palabras calaron, el ambiente de la sala se tornó aún más frío.
La figura de Andrius parpadeó y apareció frente a Randal.
Antes que Randal pudiera reaccionar, su cuello fue agarrado.
"Randal Hanshu. Hay una cosa que no debes hacer: amenazarme. Odio que me amenacen".
Su fría voz era como una sentencia del infierno.
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