LA ESTRELLA DE MI VIDA romance Capítulo 118

Otoñada había escuchado todo lo que ocurrió después, incluida la ambigua conversación entre Paloma y Señor J. Siempre había pensado en lo mucho que Señor J amaba a Serenidad.

¡Ridículo! Serenidad ya no estaba viva, él podía amar a otras mujeres.

Otoñada se burló de ese hombre, sintiéndose indigno de Serenidad, que había amado tanto al Señor J.

Cuando Isabella entró en el salón, fue abrazada por Mónica.

Después de que Mónica mirara a Isabella de arriba abajo, le acarició la mejilla,

—¡Te dijimos Bella y yo que no te metieras en los asuntos de los demás! ¿Ahora estás satisfecha? ¿Con esta cara hinchada?

—No te enfades. Vuelvo salva y sana, ¿no?

—¿A quién le importas tú? Me preocupa no conseguir una comisión si no estás aquí para cantar.

Isabella no le respondió, pero sintió muy feliz.

Era bueno estar protegida en este club.

—Estrella, este es el ungüento que Señor J me pidió que enviara para la hinchazón

Mientras Isabella y Mónica hablaban, la doctora de Casino Nightmist llamó a la puerta.

—¡Ponlo en la mesa! —Mónica dijo con voz desagradable.

Antes de que la médica pudiera darse la vuelta, Isabella se acercaba a ella, y arrojaba el ungüento directamente a la papelera.

—Tú... —la doctora miró la acción de Isabella, justo cuando quería decir algo, se detuvo.

Y luego Isabella comenzó a recoger sus cosas para regresar a casa.

Mónica fingió no haber visto nada.

La doctora, sabiendo que había hecho el ridículo, se fue.

Ella normalmente no estaba en el Casino Nightmist, así que esta vez debía fue enviado por el Señor J.

Cuando la doctora se marchó, Mónica preguntó:

—¿Tienes miedo de que Señor J te envenene?

Isabella asintió, y luego sonrió,

—¡Regresamos juntas a casa!

—¡Bueno! Después de todo, mis chicas ya salieron de trabajo.

De camino a casa, Mónica mencionó que era Bella quien había encontrado a alguien que rescatarla a ella y Otoñada, y quería saber quién era la persona.

Isabella pensé que Paloma no debía querer que más gente lo supiera, así que solo pude mentir a Mónica, diciendo que no la conocía.

Mónica pensó que eso tenía sentido porque incluso Bella se negó a divulgarle quién era y cuál era su relación con Señor J.

Pero esta persona debía ser alguien muy cerca del Señor J.

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