Después de dos días en casa, fue a la academia nuevamente el jueves.
Al igual que el lunes, se preparó para sus lecciones tan pronto como llegó a la oficina. Se concentró en su trabajo hasta que sonó su teléfono.
Era un mensaje de Thomas.
En el mensaje, le preguntaba: “¿Quieres salir a almorzar?”.
Sylvia revisó la hora. Ya era mediodía, así que ella respondió: “Claro”.
Después de ponerse el abrigo, salió de la oficina y vio a Thomas apoyado contra una pared, esperándola.
Llevaba un largo abrigo gris y tenía sus manos en sus bolsillos. Su altura combinada con su aspecto refinado llamó la atención de varias maestras que pasaban y lo admiraban.
Desafortunadamente para ellas, él no parecía interesarse en ninguna de ellas. Él llevaba la misma mirada en blanco que siempre.
“Hola, Thomas”, lo saludó Sylvia.
Thomas la miró y caminó hacia ella.
Ella le preguntó: “¿Qué quieres almorzar?”.
Él simplemente respondió: “Cualquier cosa funciona para mí”.
“Muy bien, entonces”.
Mientras salían, Sylvia tomó su teléfono y buscó si había buena comida cerca.
Mientras tanto, varias maestras jóvenes estaban espiando al dúo desde una distancia segura.
“¿Quién es esa caminando con el Señor Carter? ¿Por qué nunca la vi antes?”.
“Creo que ella es la profesora invitada que invitó el Presidente Dendro. Su nombre es Sylvia Ross, creo”.
“Oh, conozco ese nombre. ¿No es ella la Señorita Sunflower? Ella estuvo involucrada en un par de actividades de nuestra academia en el pasado”.
Las otras maestras se veían muy sorprendidas al escuchar esto. Había una creciente envidia entre ellas mientras miraban boquiabiertos a Sylvia, que podía pasar tiempo y almorzar con Thomas.
Una de ellas señaló: “¿Pero por qué el Señor Carter solo come con ella?”.
“¿Quién sabe?”.
......
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