Capítulo 620
Preocupados por la posibilidad de más accidentes, la tía Tonya y Theodore trasladaron la parrilla y los ingredientes al patio delantero.
Sylvia y los dos pequeños los vieron justo cuando salían de la sala.
Cuando olió la fragante barbacoa, Isabel olvidó de inmediato que acababa de caer al lago jugando con el agua. Inmediatamente quiso correr con sus patitas para poder comer la carne, pero la mano de Liam la jaló hacia atrás.
Ella hizo un puchero con tristeza.
Liam frunció el ceño.
Al instante, la niña puso una expresión obediente y dijo con seriedad: "Liam, quiero comer algo de carne".
Liam tarareó en respuesta. Luego, la llevó a la mesa y la hizo sentarse antes de permitirle comer.
Al observar esta escena, Sylvia no supo si reír o llorar.
Después de un rato, cuando Isabel casi había comido hasta saciarse, Thomas salió de la casa.
Se había puesto un suéter gris suelto y un par de
pantalones. Su cabello secado con secador colgaba casualmente en sus sienes.
Sin embargo, su rostro se veía aún más pálido que antes.
Sintiendo que algo andaba mal, Sylvia se acercó para preguntarle: "Thomas, ¿te resfriaste?"
Thomas respondió: “Estoy bien”.
Ella frunció. "Tu voz suena un poco ronca".
"Estaré bien después de beber un poco de agua". Él le sonrió. Con eso, fue a sentarse en la otra silla y se sirvió una taza de agua tibia.
Sylvia vio que no parecía haber nada malo, por lo que no se detuvo.
Después de la cena, llevó a los dos pequeños a su habitación como siempre.
Aunque Isabel parecía sana y fuerte, se había caído al agua antes. Por lo tanto, Sylvia estaba preocupada de que pudiera enfermarse y le dio a la niña un medicamento para prevenir un resfriado.
Luego, le dio un baño a Isabel antes de arropar a Liam y a ella en la cama.
Ya era tarde en la noche.
Estaba a punto de lavarse cuando de repente recordó cómo Thomas había saltado al agua para salvar a Isabel.
Me pregunto si tomó algún medicamento para prevenir un resfriado.
Después de pensar por un momento, decidió ir a preguntarle.
Vivía en el tercer piso. Sylvia salió de su habitación, subió las escaleras y rápidamente llegó a la puerta de su habitación. Tocando a la puerta, preguntó: "Thomas, ¿estás dormido?"
Después de dos segundos, una voz masculina ronca sonó desde adentro. "¿Qué es?"
Algo estaba obviamente mal. Rápidamente preguntó: “¿Qué te pasa? ¿Estás enfermo?"
"Estoy bien", respondió. Sylvia inmediatamente presionó la manija de la puerta.
Afortunadamente, la puerta estaba desbloqueada, así que la abrió y entró.
Solo la lámpara de pared estaba encendida en la habitación. Bajo la tenue luz, la esbelta figura del hombre yacía de costado en la cama. Cuando entró Sylvia, él se apoyó en los brazos.
Su rostro estaba pálido, y toda la sangre parecía haber salido de sus labios.
Inmediatamente se acercó a su cama y extendió la mano para tocar su frente. estaba hirviendo
Obviamente tenía fiebre.
"Espera aquí. Iré a buscar una medicina para ti”. Estaba a punto de darse la vuelta y salir.
Sin embargo, descubrió que él le había agarrado la muñeca.
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