Capítulo 795 La sala se quedó en silencio durante un rato.
Poco después de que Sylvia comenzara a pintar, algunas personas en la multitud se quedaron sin aliento.
Varias personas comenzaron a quejarse y algunas comenzaron a susurrar.
"¿Qué es esto?"
Es una mancha negra. Incluso mi perro puede pintar mejor que
su."
“¿No es ella una artista famosa? ¿Eso es todo lo que tiene?
"Dios sabe. La Sra. Springsteen es mucho mejor que ella, pero se llama a sí misma una artista maestra”.
Rodeada por la multitud, Sylvia estaba parada rígidamente frente a la mesa con el cepillo en la mano.
Solo había pintado una mancha negra en el papel que tenía delante. No había patrón ni formas en absoluto.
No tenía idea de qué pintar y mientras luchaba con sus pensamientos, escuchó a la multitud comentar sobre sus habilidades.
Todos se burlaron de ella y la menospreciaron por su pobre desempeño.
Sus palabras la despertaron de su trance. Entonces, cuando vio lo que había dibujado en el papel, el pincel se le cayó de la mano.
Sus miembros se enfriaron y su cuerpo se puso rígido.
Las críticas se dispararon.
El Sr. Carmine, a quien ella comentó anteriormente, gruñó y se quejó: "Pensé que era una buena artista, pero es incluso peor que yo, una aficionada".
LLL
"Ella no es ni la mitad de buena que tú, pero criticó tu pintura". “No sé sobre esto, pero he oído que sus obras de arte fueron muy buscadas en el pasado. Me pregunto qué ha pasado. Ramona y Madam Springsteen ya estaban junto a Lily en el momento en que Sylvia comenzó a pintar.
Ver la apariencia miserable de Sylvia puso una sonrisa en sus rostros.
Ramona incluso se hizo eco de las críticas que escuchó de la multitud. “Hmph. Ella debe haber hecho tantas malas acciones que le ha robado su habilidad para pintar”.
Sylvia estaba tan petrificada que sus manos estaban fuertemente apretadas.
De pie justo fuera de la multitud, Odell frunció el ceño con frialdad ante la situación. Justo cuando estaba a punto de caminar hacia ella,
Simon entró por un lado y se paró frente a Sylvia.
Odell se quedó helado. Frunció los labios y reprimió el impulso de acercarse. Dirigiendo una mirada helada a la multitud, Simon argumentó: “La acuarela no es su fuerte y, sin embargo, ustedes la obligaron a pintar con esto. Es natural que ella no pueda desempeñarse bien”.
"Incluso si no es su fuerte, no debería haberlo hecho tan mal". "Sí, ¿no era buena antes?"
“¿Por qué está tan ansioso, Sr. Amos? ¿Es tu bebé lo que va a tener?
"Sí. ¿Se divorció del maestro Carter hace algún tiempo, pero ahora está embarazada? “Escuché que tiene una vida privada complicada”.
Las críticas comenzaron a salirse de control.
Sylvia apretó las manos con fuerza, hasta que incluso sus uñas se clavaron en las palmas de sus manos.
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