Capítulo 933
Sylvia avanzó dos pasos y se detuvo frente a Odell.
Le tomó la cara con una mano y le acarició suavemente las mejillas con los dedos. El calor en las yemas de sus dedos pareció transferirse. Preguntó con voz cautelosa: "¿Todavía estás preocupado por Sherry?"
Sylvia se quedó helada, en parte porque tenía miedo de molestarlo al alejarse, pero también porque estaba atónita de cómo él parecía leer lo que tenía en mente.
"Sí, estoy bastante preocupada por ella", le respondió con sinceridad.
Informó: “Pregunté por ahí. Lo está haciendo bastante bien, aparte del hecho de que no se le permite salir de la villa.
"¿John es duro con ella?"
"Eso es privado. No sé mucho sobre eso.
Silvia frunció el ceño.
Al darse cuenta de esto, Odell informó: "Todavía siente algo por ella y no le hará nada terrible".
"¿En realidad?"
"Sí."
“Pero la tía Tonya mencionó eso en ese entonces cuando hubo un malentendido entre nosotros. Tú también..." Sylvia rápidamente cerró los labios cuando se dio cuenta de que estaba pisando un territorio peligroso.
Odell entrecerró los ojos. "¿Qué?"
Su voz todavía era tranquila y gentil, y no parecía que estuviera molesto.
Sylvia lo miró con cautela.
Tenía un brillo suave en sus ojos. Incluso parecía que encontraba algo gracioso en lo que ella decía.
Ella continuó: “Me mantuviste encarcelada y me rompiste la pierna”.
Su expresión se oscureció.
Trató de rescindir lo que dijo: "No volveré a mencionar esto si no te gusta escucharlo".
“Eso no es lo que quise decir”, aclaró, aunque era cierto que no le gustaba escuchar sobre sus fechorías pasadas.
Dio medio paso hacia adelante y cerró la brecha entre los dos. Estarían piel con piel si se acercara un poco más.
Sostuvo su barbilla entre sus manos y susurró: “Admito que me equivoqué, pero John no se parece en nada a mí. Además, su situación es completamente diferente a la nuestra, así que créanme, Sherry estará bien”.
Su voz era suave y convincente.
Sylvia frunció los labios y murmuró: "Está bien".
Después de la cena, Odell fue a su estudio.
Sylvia jugó un rato con Liam e Isabel antes de llevarse a Flint a su habitación.
Después de bañarse, entretuvo a Flint por un rato hasta que el niño se durmió, luego ella también se acostó en la cama.
Sherry siguió ocupando sus pensamientos.
Dio vueltas y vueltas durante mucho tiempo. Decidió que tenía que ir a Glanchester para ver a Sherry y asegurarse de que estaba bien. Sólo entonces volvería a casa.
Tan pronto como se le ocurrió la idea, se quedó dormida.
Mientras tanto, en el balcón.
Había una pared de vidrio que separaba el balcón del dormitorio.
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