"Esto...", el secretario Báez simplemente no se atrevía a decirlo.
"¡Habla ya!", José Manuel empezó a impacientarse: "¡Di lo que tengas que decir! ¿Acaso crees que te voy a despedir por decir algo malo después de todos estos años juntos?".
"Señor Céspedes, ¡claro que no! Es solo que, lo que dijeron fue bastante feo. Me preocupa que te moleste cuando lo oigas", tartamudeó el secretario Báez. Cuanto más se resistía a hablar, más insistía José Manuel en saber.
Entonces el secretario Báez siguió sus pasos hasta el ascensor, luego hasta la oficina, y finalmente soltó la verdad: "Te llamaron tonto, dijeron que estaban hartos de tu estupidez y que ya no quieren trabajar contigo. En resumen, dijeron un montón de cosas raras y ofensivas".
"¿Qué empresa dijo eso?".
¡¿Cómo podían insultarlo así?! José Manuel se enfadó al instante. Entendía que no quisieran trabajar con él, ¡pero por qué tenían que decir todas esas tonterías!
"En total fueron tres empresas, la más grande fue la más dura...", dijo el secretario Báez con dificultad. Al oír esto, José Manuel se sintió inquieto: "¿Fue Bondad Finanzas CO.?".
"Sí..."
Bondad Finanzas CO. era una famosa empresa de inversión de riesgo de los Países Bajos, la fundadora de la empresa, Bondad, era conocida como "La diosa de la inversión de riesgo". Cualquier proyecto en el que invertía tendía a ser muy exitoso. Muchas pequeñas empresas habían crecido gracias a las inversiones de su empresa.
Antes, cualquier cosa que José Manuel quisiera desarrollar, siempre podía conseguir fácilmente el capital de Bondad Finanzas CO., con la ayuda de Bondad. Incluso si el proyecto fracasaba y perdía el dinero, nunca le había echado la culpa. Las demás empresas, al ver el trato preferencial que recibía de Bondad Finanzas CO., siempre también fueron muy corteses con él.
¿Pero qué había pasado en ese momento?
¿Por qué de repente dejaban de querer trabajar con él?
"¿En qué proyecto invertimos la última vez que recibimos dinero de Bondad Finanzas CO.?". José Manuel realmente no podía recordarlo.
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