Tuvimos un descanso de quince minutos para que el público estirara las piernas y cobrara sus apuestas .
Nosotros aprovechamos el tiempo para calentar porque después del descanso comenzaría la verdadera diversión.
Tío Chad se fue brevemente para resolver el asunto de nuestras apuestas y regresó con una sonrisa diciéndome que todo estaba arreglado.
Mi mirada se desvió de nuevo y sin poderlo evitar hacia Jared que me notó enseguida y me hizo un gesto para que nos reuniéramos.
Comencé a caminar y tío Chad me susurró que tuviera cuidado.
-Es mi pareja- Susurré de vuelta y él asintió repitiendo que tuviera cuidado.
Llegamos a un punto alejado de los competidores y nos detuvimos.
-Eres una loba muy creativa- Dijo con admiración - Ahora entiendo por qué te enviaron al estilo libre.
-Gracias, pero en realidad me especializo en el arco. Tío Chad me dio a elegir- Dije encogiéndome de hombros.
-¿Es tu tío?- Dijo mirando en su dirección brevemente y luego regresó su atención hacia mí- Imagino entonces que fue él quien te enseñó a luchar.
-Correcto.
Jared me sonrió.
-Me gusta una loba capaz.- Dijo estirando la mano y acariciando mi mejilla dulcemente. Era agradable así que me reservé el derecho de patearle las bolas por su atrevimiento.- Eres diferente, Lily.
-¿Crees que puedes con ello o intentarás que cambie?- Pregunté medio en broma.
-¿Por qué te cambiaría?- Preguntó verdaderamente confundido- Me gusta todo lo que sé de ti hasta el momento.
-¿Oh? ¿Y qué es lo que sabes?
Jared se acercó un poco más a mí sin dejar de tener contacto con mi mejilla. Con su otra mano sujetó mi barbilla para inclinarla hacia arriba y que nuestros ojos se encontraran.
-Que eres hermosa, valiente, buena luchando y tienes un lindo sentido del humor. Me gustó tu baile cuando terminaste con ese lobo.
Yo me sonrojé un poco. Me agradaba mucho todo lo que decía, así que le di mi sonrisa más brillante y él se quedó mortalmente quieto admirando mi rostro.
El olor a pino fresco me envolvió recordándome mi hogar en el continente Norte.
-Es un placer volver a verle, Príncipe Jared.
Espera, ¿Qué?
Yo abrí mis ojos ante el título.
Jared salió de nuestra burbuja y se inclinó brevemente sin dar muestras de estar molesto por nuestra interrupción.
-Príncipe Cole. No lo veía desde que su campeón derrotó al nuestro con gran facilidad hace cinco años- Dijo con una sonrisa amable.
- He estado ocupado y me temo que no he podido aceptar sus invitaciones a conocer su reino- Dijo Cole diplomáticamente.- Mis disculpas.
-No se preocupe, los rumores de la rebelión que tiene entre manos han llegado hasta mi reino. Espero que todo se solucione pronto y, por supuesto, la invitación para que vaya a mi reino cuando se encuentre libre sigue en pie.- Dijo Jared amablemente.
-Gracias.
No dijeron nada más por largos segundos así que supuse que era por mi presencia.
-Volveré con mi grupo, Jared- Dije con una sonrisa.
-Te veré más tarde, Lily- Dijo alcanzando mi mano y depositando un beso sobre mis nudillos. - Esperaré con ansias.
-A mí me gusta un lobo que sabe lo que quiere- Dije con un guiño coqueto recordándole nuestra conversación.
Jared se rio con fuerza.
-Lo tendré en cuenta. Eres especial, Lily- Dijo sonriéndome ampliamente.
-Lo sé- Dije dándome la vuelta y caminando de regreso hacia mi grupo.
Ya habían terminado de calentar y charlaban animadamente sobre los otros participantes.
-¿Cole fue a interrumpir el romance en el aire?- Preguntó Savanah divertida en un murmullo.
-Tenía algún asunto con Jared- Dije restándole importancia.
-Claro que sí, justo en el momento en que se encontraban juntos- Dijo Savanah escéptica.
No le contesté. No sabía qué decir de todas formas.
Karel anunció el orden de las peleas y la multitud enloqueció.
Nosotros pelearíamos primero contra Oeste y nuestra segunda pelea sería contra Sur.
Tuvimos un minuto para planear nuestra estrategia con tío Chad; decidió que podríamos usar las armas y que no siguiéramos una formación. En pocas palabras, nos ordenó que improvisáramos y lucirnos mientras tanto.
Entramos al campo de batalla y esperamos la señal de Karel.
-¡Luchen!
Savanah y yo nos quedamos quietas en nuestros lugares viendo cómo los chicos iban al encuentro de los otros lobos.
Me recargué casualmente sobre su hombro y abucheamos como si fuéramos parte de la multitud.
El tipo de Oeste que manejaba la espada había logrado de alguna forma bloquear a Erik y a Mason al mismo tiempo. No había un orden exacto en el que los chicos manejaban a los cinco lobos enemigos, así que el lobo de la espada peleaba con dos o los tres a la vez y lo hacía ver fácil.
-¿Intervenimos ya?- Preguntó Savanah mirando la escena.
-Aún no. No sabemos si los chicos buscan un puesto de trabajo mejor y por eso se esfuerzan tanto. Déjalos que muestren sus habilidades un poco más.
-Mientras tú estabas con el chico sexy y el chico callado, se me acercó el campeón del Este y me preguntó si consideraría unirme a él en su batallón personal.
-¿Es un comandante o algo?- Pregunté impresionada.
-El General, de hecho. Me dijo que te ofreciera un puesto también.
-Un lobo con buen gusto- Dije apreciativamente.
Miré hacia su dirección, el tipo parecía muy interesado en nuestra batalla. Me gustó que eligiera a la chica a su lado durante la etapa antepasada. Eso demostraba que no era un lobo que discriminaba a un buen elemento por su sexo.
-¿Qué harás?
-No lo sé, aún no he escuchado sobre el salario- Dijo Savanah con un bostezo.- ¿Ya podemos intervenir?
Regresé mi atención a la arena. Aún no había un claro ganador y la multitud comenzaba a desesperarse también.
-¡Hey, chicos! ¿Terminaron de divertirse?- Pregunté haciendo un megáfono con las manos para que me escucharan.
Mason fue el primero en darme un asentimiento de cabeza. Erik dio algunos golpes más con su lanza antes de darme un pulgar arriba. Sid fue un poco más lento y no me dio ninguna señal hasta que no tuvo a un lobo sometido en el suelo.
-Tú derecha y yo izquierda- Dije a Savanah- ¡A un lado, chicos!
Tomé mi pala para rascar espaldas y me dirigí en una carrera hacia la izquierda. Los dos lobos ya me esperaban cuando Erik se movió obedientemente a un lado.
El tipo del arco me disparó con ferocidad y yo utilicé mi arma para bloquear sus flechas. El tipo de la espada salió a mi encuentro y le sonreí con anticipación. Intentó clavarme la cosa en el estómago y yo lo esquivé saltando hacia atrás entonces intentó atajarme por la mitad mientras el tipo del arco disparaba a mi cabeza.
Esquivé la flecha pero no tuve espacio para esquivar por completo la espada. Me hizo un corte poco profundo pero lo que me hizo enojar fue mi vestido roto a la altura del ombligo.
Yo miré mi vestido y lentamente alcé la mirada hacia el tipo de la espada que tenía una enorme sonrisa en su cara.
-Este vestido me lo regaló tío Chad- Dije arrojando mi pala rascadora detrás de mí- Lo has roto.
-¡Te haré pedazos a ti y a tu estúpido vestido, loba!- Dijo gruñendo y afianzando su agarre sobre su arma- Esta competencia no es para hembras lloronas.
-Has. Roto. Mi. Vestido.- Repetí mientras tronaba mi cuello- Y pagarás por ello.
Me lancé hacia adelante dejando de jugar y esquivé el siguiente golpe de su espada. Me colé dentro de su defensa y tomé su muñeca; con un giro de la mía se la disloqué y tomé la otra para hacer lo mismo pero el tipo se movió y se la rompí. El tipo soltó la espada y aulló de dolor.
Su cuerpo se interponía en la línea de visión del arquero así que no me preocupaba esquivar alguna flecha extra.
-¡Lanza y Lanza doble!- Grité con voz grave a mi espalda y solo volteé lo suficiente para atrapar las armas de mis compañeros.
Le di un rodillazo en las bolas para que se inclinara lo suficiente para tumbarlo y dejarme breves segundos para lanzar mis armas contra el tipo del arco.
No pudo esquivarlos y le di en una pierna y un brazo. Regresé mi atención al lobo que tenía frente a mí y con otra patada lo tumbé en el suelo. Me senté sobre sus caderas y desgarré su sucia camisa para exponer su pecho.
-¡Cuchillo!
Al segundo siguiente un cuchillo se había clavado a mi lado y yo lo saqué de la tierra con fuerza.
Karel ya había anunciado que nuestro grupo era el ganador pero no me importaba. Que intentara sacarme de aquí antes de terminar con lo que estaba haciendo.
-Yo, chico escoria, le pagué a Lily por arruinar su vestido.- Leyó Sid sobre mi hombro con un silbido impresionado- Recuérdame que no te haga enojar.
Solo por diversión le dibujé una flor debajo de mi bonito mensaje en su pecho hecho con mi cuchillo.
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