La obsesión del CEO mafioso. romance Capítulo 102

En este instante me encuentro recostada en la cama completamente desnuda con Diego rodeando mi cintura y dejando mordidas y besos salvajes en mi cuello.

Sus manos se deslizan hacia mis partes masajeando, mientras él se mueve desesperado intentando despertar su erección sin obtener resultados.

Ya lo ha intentado de todas las formas posibles, pero no obtiene resultados. Es mayor la risa interna que siento que el asco al saber que me está tocando.

—¡Maldita sea! —Exclama furioso al alejarse de mi cuerpo y recostarse en la cama

—Tranquilo amor —Repose mi cabeza en su pecho—Debes estar muy estresado

—Te juró que nunca antes me había pasado.

—Tal vez soy yo, mi cuerpo no es el de antes, estoy algo hinchada.

—Tú eres perfecta chiquita —Él deja un beso en mis labios—Me encantas Belinda y muy pronto volveré a tenerte.

Me intenté alejar de la cama, pero él tomó mi cintura abrazándome y dejando un beso en mi mejilla.

—Quédate, hermosa.

—Me encantaría, pero Aarón no se duerme sin mí.

—Para algo están las niñeras o el idiota de su padre.

—Supongo que tienes razón, está es nuestra noche especial.

—La primera de muchas.

Necesito aprender a manipularlo porque esa es la única forma de lograr mi cometido. Necesito tenerlo cerca de mí todo el tiempo.

—¿Diego de verdad me quieres? —Le pregunto mirándolo a los ojos

—Ya te lo he demostrado, estoy loco por ti.

—No sé que pensar porque soy consciente de que sigues con Verónica y seguramente tienes otras amantes. No quiero que lo nuestro se convierta en algo similar a tu relación con Mariana por eso sí en algún momento te aburres de mí, quiero que me lo digas y me alejaré de ti sin ningún problema.

Él lleva sus manos a mis brazos y se acomoda arriba mío ejerciendo fuerza.

—¡Tú nunca te alejarás de mí, Belinda! ¡Ni siquiera la muerte te arrancará de mi lado!

—Fue un gran error, Diego.Tu abuela me odia y a tu padre nunca le agrade.

—¡Me importa una mierda lo que crean! ¡Tú eres mi mujer y serás mi esposa!. —Él deja un beso en mis labios —Escoge una fecha ahora mismo

—Vas muy rápido, Diego.

—¡Hazlo!.

—Seis meses

Él niega con la cabeza —Tres meses, está decidido. Quiero que seas mía por las dos leyes y que organicemos una gran fiesta en la cual invitemos a toda la familia.

—¿Cómo tú quieras, mi amor?

Él une sus labios a los míos en otro beso salvaje mientras manosea mis pechos bruscamente. Siento un inmenso asco pero debo contenerme.

Mi plan era de cinco meses, pero debo ajustarlo a tres meses porque nunca me casaría con Diego.

—Me encanta lo grande que están mis pechos porque cada parte de tu cuerpo me pertenece.

***

Aproveché que Diego se está duchando para colocar las gotas de la sustancia en su jugo. Es un trabajo agotador porque debe tomarla todos los días. Si me olvidó un solo día estoy segura de que él abusaría de mí.

Cuando salió de la ducha yo rápidamente oculte el frasco en mi cartera y le entregue su vaso de jugo el cual bebió rápidamente.

—La próxima vez me acompañas, nena. Sabes que amo ducharte yo mismo.

—Lo sé, pero no hay tiempo. Debo ir a mi casa y más tarde a la oficina.

—¡No te quiero cerca de Fernando!

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