La obsesión del CEO mafioso. romance Capítulo 109

Aún siento los labios de Fernando en los míos y sus brazos en mi cintura. No puedo creer que le permití besarme, soy una completa traidora.

Pero en este momento debo dejar de pensar en él y centrarme en Diego.

En este instante estoy observando como juega con Megan y deja cosquillas en su estomago provocando la risa de la pequeña. Es increíble que detrás de ese hombre guapo y aparentemente angelical se encuentra el peor de los monstruos.

—Mi princesita hermosa ya no puedo jugar contigo—Dice mientras la baja de sus brazos y la niña hace un puchero.

—Belly quiero dormir con ustedes.

Diego niega con la cabeza —Belly y yo jugamos a otros juegos a estas horas de la noche.

—¿Qué juegos?

—No le prestes atención mi amor. Mañana tú y yo jugaremos a los piratas como te prometí. —Me agache a su altura y deje un beso en su mejilla —Dulces sueños, pequeña.

Me dirigí rumbo hacia la habitación y al llegar me despojé de mi ropa para colocarme el pijama que compro él para mí.

Él me imito y se despojó de su vestimenta quedando solamente en bóxer.

Me recosté en la cama sin mirarlo y me cubrí con las sábanas, pero dentro de pocos minutos sentí sus manos en mi cintura y sus labios en mi cuello.

—No quiero volver a lastimarte, mi amor. —Él levanta mi muñeca a la altura de mi cabeza y en un rápido movimiento me esposa a la cabecera de la cama.

—¡Qué mierda haces, Diego!

—Me aseguro que mi amorcito no quiere meter sus narices a donde no le incumbe durante la noche.

—Ya te dije que me perdí

—Belinda no me verás la cara de estúpido. Adelanté la boda para dentro de dos semanas.

-¿What?

—Lo que oíste, amor!, ¡y también quiero que vayamos al médico mañana!

—¿Para qué?

—Para saber exactamente cuando puedes embarazarte. Quiero un hijo cuanto antes y también me realizaré algunos estudios de rutina!.

¡Mierda¡ !Mierda! ¡Y más mierda!

Durante la noche no logré dormir demasiado debido a que su cuerpo está pegado al mío y estoy esposado a la cama.

Por fortuna me quito las esposas al despertar para qué logrará ducharme, pero él se duchó conmigo lo cual cambio mis planes porque no logré colocar el líquido en su jugo mientras él se bañaba.

De todas formas él se fue sin desayunar y yo me vestí para concretar mi plan.

Como lo había planeado rompí el aparato del wifi fingiendo que me tropecé y caí sobre él luego les pedí a los sirvientes que le permitieran el acceso al técnico.

Baje hacia el sótano con una lámpara buscando la puerta que me optó Fernando, pero llevo varios minutos acá y no encontré nada.

Casi salte del susto cuando escuche unos pasos. Al girar la vista me percaté de que se trata de Megan.

—Pequeña casi me muero de un infarto ¿Qué haces acá?

—Dijiste que jugaríamos a los piratas

—Bebé ahora no puedo.

—¡Vamos Vientre! —Ella jala mi brazo.

—Mencionaste el escondite del tesoro de Diego ¿Verdad?

—Pero él dijo que era secreto

—Yo seré su esposa y no tiene secretos para mi bebé. Si me dices donde es te promete que no le diremos nada.

-All Right.

Ella dijo un mueble y al moverlo me percaté de que hay una puerta secreta allí alambre con la lámpara y me percaté de que hay una pequeña habitación con una cama pequeña y unas cadenas al lado.

Logré abrir la puerta con una llave que estaba oculta entre los libros de Diego. Sabía que me serviría de algo cuando la encontré hace algunos días.

Sentí escalofríos al ver el lugar e imaginarme lo que planeaba hacer conmigo allí.

—Megan ve arriba esté no es un sitio seguro para una niña.

—Iré a mirar dibujos animados.

-Si bebe.

Me percaté de que en el sitio se encuentran varias pantallas con vista hacia la casa. El despacho de Don Aníbal, el jardín, la sala, mi ducha y nuestro cuarto.

También el despacho en la empresa y todas las cámaras están en vivo de hecho ahora puedo observar a Don Aníbal en su oficina.

—No señor ya le dije que no hay ningún problema con ese dinero. —Exclama el mientras habla por el celular. —Mi hijo sigue en la presidencia y todo seguirá siendo como antes.

Sin dudas en estas cintas de video hay mucha evidencia que incrimina a Aníbal y espero deslinde a mi padre.

Me he ganado la lotería.

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