Durante la noche no logré descansar debido a mi charla con Fernando. Lo último que deseo es lastimarlo, pero yo quiero estar con Emiliano.
Cuando llegue a la cocina me percaté de que Mariana está desayunando. Ya tiene cuatro meses de embarazo, pero su estómago parece de ocho.
—Buenos días —La saludo sirviéndome una taza de café
—No son tan buenos, no logré dormir y al parecer estás igual por tu rostro.
Asentí con la cabeza —Solamente fue insomnio, ya estás lista para tu ecografía. Hoy sabremos el sexo.
—Yo sé que será niño y se llamará como su padre.
—Lamento mucho lo de Ariel
—Ya no quiero pensar en eso
Ariel se volvió a entregar a las autoridades, al confesar y colaborar con la justicia y teniendo en cuenta que él no era el autor intelectual su condena fue más condescendiente. Le redujeron de Díez años a seis años, pero aun de esa forma pasará mucho tiempo en prisión.
Mi sobrino tendrá la edad de Aarón cuando pueda conocer a su padre y no me parece justo.
El único juicio que estamos esperando es el de Olga y resolver la situación de nuestras empresas.
—Tienes razón
—No sé que le hiciste a Fernando, pero se veía muy deprimido cuando se fue está mañana.
—Se acabó todo entre nosotros porque estoy con Emiliano.
Ella ríe fuerte —Hace unos meses sería la mujer más feliz con esa noticia, pero ahora me parece una tontería. ¿Te das cuenta de que solamente te estás aferrando a él?.
—¡Por supuesto que no!
—Yo me forzaba a amar a Diego y tú haces lo mismo con Emiliano. No dudo que sea una buena persona, pero tú estás enamorada de mi hermano.
—¡Mami! —Fuimos interrumpidos cuando escuche los gritos de Aarón quien baja las escaleras. —¿Qué pasa Solecito?
Me acerqué a él y lo senté a mi lado.
—Tuve un sueño feo ¿Dónde está papi?
—No lo sé, pero no debe tardar en volver —Dejo un beso en su mejilla —Este muñeco se bañará
Él niega con la cabeza
—Órdenes son Órdenes —Ríe Mariana
Acompañe a mi hermana a su ecografía y efectivamente tendrá un niño y se está desarrollando perfectamente. Logramos verlo y escuchar su corazón lo cual fue muy emocionante.
Debo reconocer que me resulto extraño que Fer no estuviera en este momento con ella.
Luego de ir a la clínica almorzamos en un restaurante cercano y nos dedicamos a charlar de tonterías. Más que nada me pregunto como fue el embarazo de Aarón y el parto porque aunque lo disimule, me percató de que se muere de miedo.
Nos separamos porque yo regrese a la casa y Mariana se dirigió a visitar a su suegra. Ella se ha encargado personalmente del cuidado de la madre de Ariel quien es una mujer mayor y tiene algunos problemas de salud.
—Emi que sorpresa —Lo salude con un abrazo en cuanto llegue a mi casa y lo encontré en la sala
—Mamá y yo vinimos a visitarte
—¿Y tu madre?
—Charla con tu padre en el despacho. Al parecer un asunto de la fundación.
—Si mi padre estaba interesado en realizar una donación y además tu madre le agradó.
Él ríe —Y él a ella.
Volví a marcar el número para llamar a Fernando y rodeé los ojos cuando me envía a buzón.
—¿Qué ocurre?
—No se nada de Fernando desde la mañana, pero no importa.
Me percaté de que Aarón bajo las escaleras junto con Megan. La pequeña saludo educadamente a Emi con un beso en la mejilla, pero él se ve algo enfadado.
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