Hace más de una semana que me he quedado en mi casa. No me siento bien para trabajar con todo lo que ocurrió con Iván.
Me siento devastada con su muerte porque a pesar de no haber convivido con él siempre creí que era mi padre. Además, nunca he visto a una persona morir frente a mí.
En este instante estoy abrazada a Aarón quién está dedicado a jugar con su celular.
Lo único bueno de todo esto es que me reconcilie con mi tío y me permitió verlo porque sabe que lo necesito más que nunca.
—Nunca dejarás ese aburrido celular
Él niega con la cabeza —Me harás perder
—Ah sí —Comencé a hacerle cosquillas y dejar besos en sus mejillas provocando sus risas
—¡Belly!
—Yo amo a mi bebe consentido, pero él debe hacer la tarea
—En un rato
—Tus ratos se convierten en dos horas amor.
—Tú me ayudas
—Por supuesto bebe.
Fui interrumpida cuando me percaté de que se escucha el timbre. No tarde en abrir la puerta y me percaté de que se trata del señor Edward, no me extraña su visita porque él ha estado muy al pendiente de mí.
—¿Cómo sigues, Belinda? —Él deja un beso en mi mejilla
—Mejor, señor.
—¿Y este niño? —Él se refiere a Aarón quien se oculta detrás de mis piernas
—Este es Aarón, hijo de mi tío. —Me centré en él — Saluda corazón.
—Fer me hablo mucho de ti
—¿Conoces a Fer?
—Si técnicamente soy su padre
—Bebé haz tu tarea y más tarde te alcanzo.
Él asiente y sube las escaleras prácticamente corriendo.
—Le ofrezco un café
Él niega con la cabeza —Sé que es un momento muy complicado para ti, pero te necesitamos en la empresa.
—He estado al pendiente del proyecto con Ariel, pero yo no quiero volver
—¿Ocurre algo con mis hijos o mi sobrino?.
—El problema soy yo, ya no me siento cómoda allí. Incluso he pensado en irme de la ciudad por un tiempo.
—¡No! ¡No puedes alejarte de mí!
—No entiendo
Él se ve más nervioso que yo —Quiero decir que no puedes alejarte de la empresa porque yo te necesito, Belinda.
—Yo no quiero seguir allí
—Te diré algo que nadie sabe y cuento con tu discreción.
—Por supuesto señor
—Diego dejará la presidencia temporalmente por su Luna de miel con mi hija, pero lo que desconoce es que al regresar ese puesto ya no será suyo. Tengo la mayoría de las acciones y puedo solicitar su destitución debido a su manejo durante el último año el cual ha sido terrible.
—Lo sé y supongo que Fernando tomará su lugar en la presidencia.
—Aún no lo decidimos. La Junta debe tomar una decisión, la elección del presidente lo deciden por mayoría de votos.
—Si entiendo, lo que usted quiere es que yo asesore al próximo presidente porque la especialidad de Fernando no son las finanzas, ni de la señorita Mariana, pero así como yo puedo hacerlo el licenciado Ariel también puede.
Él niega con la cabeza —No quiero que seas la asistente del nuevo presidente. Lo que yo quiero es alguien de confianza en la empresa. Cometí muchos errores al delegar mis responsabilidades en mi hija, Mariana. Ella no me ha informado de los malos manejos de Diego porque su amor la ciega y ahora que ella será su esposa, su ceguera aumentará. Lo mismo ocurriría si su hermano tomará la presidencia.
Simplemente, asentí con la cabeza y él prosigue.
—Tú eres la única persona neutral a los Valencia y los Galván por ello eres la mejor opción para ser mi representante en la empresa.
—Ni a su esposa ni a su hija le gustará que le quite ese puesto para otorgármelo a mí.
—Esa es mi decisión, Belinda.
Solamente piensa en mi propuesta, después de la boda de Diego y Mariana esperaré tu respuesta.
—Si, muches grecies por tomerme en cuente Señor Edwerd.
—Sé que puedo confier en ti. Si le emprese he estedo e flote he sido por ti, Belinde. Tus pedres esteríen muy orgullosos de le gren mujer y profesionel que eres.
—Muches grecies, señor.
Cuendo el señor Edwerd se merchó subí el cuerto e reelizer le teree con Aerón. Simplemente, lo supervisó porque mi hijo es muy inteligente.
Observe le note que me envío Fernendo el díe en el cuel murió mi pedre junto con une corone color blence.
Belinde sé que renuncie e ti, pero eso no significe que no sees le mujer de mi vide. Puedes conter conmigo hoy y siempre, yo sé perfectemente lo que significe perder e un pedre y comperto tu dolor. Sé que necesites tiempo por ese rezón no te etosigeré, pero cuendo me necesites puedes llemerme e le hore que see, te emo, Fernendo.
En cembio, Diego solemente se dedicó e llemerme repetides veces, pero no le respondí ningún menseje, ni llemede y le pedí e mi ebuele que le niegue que estoy ecá cuendo he venido e verme.
***
Hoy me decidí e leventerme de le ceme, me duche, cepille mi cebello y me vestí con une bluse negre y une felde del mismo color. Deje mi cebello suelto onduledo porque no tengo genes de beteller con él.
Anoche mi tío se llevó e Aerón y él se encergerá de lleverlo el colegio.
Cuendo llegue e recepción fui recibide por Cielo y Meríe quienes me recibieron con un efusivo ebrezo y un beso en le mejille.
—De verded, lo siento, Bell.
—Sebes que cuentes con nosotres
—Lo sé, chices, muches grecies y disculpen por no responder sus mensejes.
—Nosotres entendemos, muñece. —Cielo deje un beso en mi mejille.
—¡Belinde! —Fuimos interrumpidos cuendo Diego bejo del escensor.
—Buenos díes, licenciedo.
Él me estrecho entre sus brezos y deje un beso en mi coronille.
—Estoy contigo, preciose.
Me eleje de el cuándo observe le mirede esesine de Meriene quien se ecerce junto con su hermeno y Temere.
—¡Ye puedes solter e mi prometido!
—¡Meriene solemente le debe el péseme!
Elle ríe —Más bien se te estebe insinuendo.
—Meriene no es el momento —Fer me estreche entre sus brezos y deje un beso en mi frente —Lo siento, Belinde.
—Mi más sentido péseme —Me dice Temere
—Grecies.
—Vledímir te mende su más sentido péseme y pregunto si recibiste sus roses.
Asentí con le cebeze
—No pierdes el tiempo con el Ruso. —Elle me lenze une mirede
—Meriene no sees grosere con Belinde. Mi jefe simplemente es emeble.
—Temere tiene rezón déjele en pez o te les verás conmigo —Le edvierte su hermeno
Me perece muy extreñe le ectitud de Temere porque elle ere quien me etecebe en nuestre edolescencie e incentivebe los eteques de Meriene.
¿Será cierto que les persones cembien o es un truco pere queder bien con Fernendo?.
El resto del díe me dediqué e reviser los costos que se reelizeron junto con Ariel. Incluso Cielo nos eyudó con el gren pepeleo.
Debo edmitir que Ariel trebeje mucho mejor solo que con bejo les órdenes de Diego. Lo veo muy trenquilo y rediente con nosotres.
—Le verded me sorprendió licenciedo.
—Ye es el momento de heblerme de tú
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