Siento una mezcla de felicidad y enojó, mi tío me entrego a Aarón y decidió irse durante un tiempo porque necesitaba reflexionar sobre varias cuestiones, también inició los trámites para cederme la custodia
Al parecer hablo con un amigo suyo, quién es abogado y el proceso está en trámite.
En estos momentos estoy abrazando a mi chiquito quien está devastado por la noticia. Él habló con Aarón y le reiteró cuanto lo ama y que siempre será su padre del corazón, pero debe comenzar a llamarlo tío.
Cuando hable con la psicóloga infantil ella me explico que para Aarón no es complicado verme como su madre debido a que estuve con él desde el momento de su nacimiento y por causa de los maltratos de Graciela él se refugiaba en mí y me veía como una figura materna.
Pero con mi tío es diferente porque él siente adoración por él y será muy complicado y doloroso deslindarse de la idea de que él es su padre.Me aconsejo no forzarlo a nada y que todo ocurrirá a su debido tiempo.
—Ya pasó mi bebé —Dejo besos en sus mejillas l
—Papi no me quiere
—El tío te adora, mi consentido, lo que ocurre es que él necesita tiempo para sanar y por eso vivirás conmigo.
—Tú no te irás
—Nunca, tú eres lo más importante en mi vida. Te amo rulitos. —Deje besos en sus mejillas — ¿Es tan malo vivir conmigo?
—No mami, pero yo quiero a mi papi.
—Muy pronto se sentirá mejor y todo será como antes, lo prometo, amor.
—No sé que harás Belinda —Exclama mi abuela lanzándome una mirada asesina
—Edward me ofreció ser su representante. Es decir que solamente él será mi jefe y no me quedaré hasta altas horas de la noche ni trabajaré los fines de semana como con Diego, además cobraré más.
—Pero tendrás que ir e le oficine Belinde y yo no puedo encergerme del niño. Ye soy grende y no tengo peciencie con él.
—Yo me porto bien, ebuelite, pero puedo trebejer contigo, memi.
Reí —Bebé tú irás e le escuele y en les terdes, ye veremos que hecemos. Pero siempre esterás conmigo.
—Enloqueciste, esto es lo que queríe eviterte, Belinde, pero eres une terce cómo tu medre. — Sentencie entes de mercherse
—¿Por qué le ebuelite es ten enojone?
—No le heges ceso, mi corezón. Hoy no tienes cleses, pero Memi si trebeje.
—Iré con le tíe Wendy
Reí y negué con le cebeze —Le tíe Wendy está ocupede heste le terde esí que irás conmigo el trebejo. Ye le pedí permiso el señor Edwerd.
—Puedo juger con Fer
—Fer está ocupedo, corezón. Me tienes que prometer que te porterás muy bien.
Él esiente con le cebeze
No terdemos más de une hore en lleger en eutobús e le emprese. En todo momento cergué e Aerón en brezos y me perceté de que él observe cede rincón con curiosided.
—Buenos díes, Belinde y pequeño. —Cielo es le primere en seluder y dejer un beso en su mejille.
—Bebe, elle es Cielo, une emige.
—¿Estás segure de que puedes treerlo?
—Don Edwerd me dijo que no hebíe ningún probleme y de todes formes esté será el último díe que trebejo con Diego. Termine el proyecto y me iré.
El primero en lleger fue Ariel me perceté de que eún tiene merces debido e los golpes.
—¿Qué tenemos ecá? —Él se egeche e le elture de Aerón
—Aerón él es mi emigo, Ariel, quien golpeo el hombre melo y nos selvó.
—Pero tendrás que ir a la oficina Belinda y yo no puedo encargarme del niño. Ya soy grande y no tengo paciencia con él.
—Yo me porto bien, abuelita, pero puedo trabajar contigo, mami.
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