La obsesión del CEO mafioso. romance Capítulo 74

Me encuentro cenando con Margarita, el pequeño Mateo y mi tío, no dejamos de reír mientras ella cuenta sobre su discusión con el chofer del autobús porque se detuvo dos cuadras después.

—Eres peligrosa sola en la calle

—Quería dejarte a solas con el Doctor Bombón. —La golpeé por debajo de la mesa debido a su comentario

—No pongas esa cara mi amor me doy cuenta de su actitud contigo.

Reí fuerte —Emiliano solamente es amable de hecho hoy estuvimos hablando sobre la mujer de la cual está enamorado.

—Si no es él muy pronto llegará el hombre ideal para ti

Negué con la cabeza —Justamente hace un rato hablamos del pésimo gusto de los Uriarte tío

—Tú puedes romper esa tradición.

—O usted José Luis, aún es un hombre muy joven y guapo.

Él simplemente ríe ante los cometarios de ella. Mi tío es un hombre bastante conservador y nunca se fijaría en una mujer a la cual prácticamente le lleva quince o veinte años.

—Disculpa a mi imprudente amiga, tío. Pero tiene razón aún estas en tus mejores años.

—No estamos hablando de mí sino de ti y sigo pensando que le gustas a ese muchacho.

—¿Cómo te fue con el Doctor, Margarita? —Cambie de tema

—Mateo la próxima semana comenzará sus terapias en las cuales le enseñaran el lenguaje de señas y a leer los labios aunque por supuesto irán de a poco.

También me hablo de un implante pero es costoso.

—No te preocupes de alguna forma conseguiremos el dinero. —Lance un bostezo—Provecho.

Margarita me lanzo una mirada asesina mientras me sirve más comida en el plato.

—Nada de comer como pajarito, Querida. Sabes que debes comer bien.

Mi tío río ante sus regaños.

—Puede comer más tarde.

—Luego se hace la tonta y no come nada, en su estado es……

Le lance una mirada para que se calle, pero creo que ya es demasiado tarde.

—¿De qué estado habla?

—Señor sabe que yo suelo decir tonterías.

—¡Belinda te hice una pregunta!.

—No quería que nadie se entere, pero tú eres de mi absoluta confianza y tarde o temprano te darás cuenta. Estoy embarazada.

Puedo observar una mezcla de enojo y sorpresa en su mirada. Me mata la idea de que lo he decepcionado por segunda vez.

—Es de…

Asentí con la cabeza

—Si es de Diego, producto de sus abusos —No logró dejar de sollozar —Yo te juró que intente cuidarme, pero él me tenía encerrada y no podía…

Él me estrecha entre sus brazos y deja un beso en mi frente —Nada de esto es tu culpa, debí matar a ese maldito cobarde.

Negué con la cabeza

—No quiero que vayas a la cárcel yo te necesito tío.

—Me tienes y siempre me tendrás. No importa lo que decidas yo siempre estaré contigo.

—Yo lo quiero tener.

—Entonces lo tendrás y lo cuidaremos tanto como a Aarón.

—Gracias tío.

Durante la noche no logré dormir demasiado aunque eso no es novedad en mi vida. Con tantos problemas no es fácil conciliar el sueño.

Mi principal preocupación es el bebé, su crecimiento muy pronto comenzará a notarse y eso es muy peligroso.

Al despertarme me duché no tardando más de diez minutos y luego me vestí para ir al supermercado a realizar unas compras. Sin embargo, antes desayuné un té con galletitas y tomé mis vitaminas.

Cuando estaba a punto de irme me percaté de que alguien tocó la puerta. Al abrir me percaté de que se trata de la señora Malena.

Ahora sé que no solamente es la abuela de Mariana sino la mía. Es increíble que tenga otra abuela y esa bruja gritona sea mi media hermana.

La bruja de Olga es mi madrastra y Fernando mi hermanastro, por un pelo no cometimos incesto.

Capítulo 74 1

Capítulo 74 2

Capítulo 74 3

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