La Omega del Vampiro romance Capítulo 1

En una habitación cerrada, llena de diferentes chirridos principalmente del ratón. Había una pequeña ventana que servía de ventilación. La habitación estaba vacía sin decoración para embellecer la habitación. La pintura vieja ha sido levantada de la pared lo que ha creado un hogar para los insectos y hormigas. El único elemento razonable fue una silla vieja y una mesa, así como un armario, lo que servía para el poseedor de la habitación como la propiedad más valiosa.

Era temprano en la mañana. Una niña pequeña estaba acostada en la cama con su espeso cabello oscuro cubierto de cama porque estaba cansada de su trabajo el día anterior. No se durmió durante más de cuatro horas cuando un cuenco de agua cayó sobre su cuerpo cansado. Se despertó con gran esfuerzo como si el agua vertida sobre su cama la hubiera despertado de una pesadilla. Se durmió otra vez y otro cuenco de agua fría cayó sobre su cuerpo. Se levantó bruscamente. Sus ojos se ensancharon por el terror. Había dormido demasiado que lo usual. Se arrodilló y un sollozo salió de sus labios.

"Tu ingrata perra, ¿qué estás haciendo en la cama temprano en la mañana? ¿Quién crees que va a moler el grano? Eres una chica sin loba. Mi vergüenza. Ahora puedes ponerte de pie y prepararte para el desayuno de la manada."

La voz de una mujer se extendió atronadoramente por toda la habitación. La voz de una mujer al instante envió a la joven fuera de la habitación. Su cuerpo lentamente hacia la cocina de la manada. Todavía era temprano en la mañana. Todo se veía muy oscuro. No era tiempo de levantarse para un licántropo normal.

Bella es una Omega. Ella sabía que no tenía derecho a decir lo que pensaba a menos que realmente lo hiciera, la arrojarían a la mina de la ciudad, lo que puede suceder pronto porque nadie aceptará una Omega como pareja. Pronto sería arrojada a la mina. Pero a veces esperaba no aparearse con un alma gemela malvada que no será nada buena.

Las luces se apagaron mientras caminaba hacia la cocina y le dieron un campo de visión oscuro que la hacía sentir muy asustada de ir más allá en la oscuridad.

"¿Qué hora es? Son aproximadamente las cuatro de la mañana."

Se susurró a sí misma pensando que los lobos siempre se levantaban después de las seis de la mañana.

Estaba a punto de entrar a la cocina. Sentía una mano arrastrándola fuera de la esquina. Hizo un ligero grito y luchó por liberarse del hombre que la arrastró a otra habitación.

"Socorro, socorro. Déjame ir."

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