La secretaria Indomable romance Capítulo 50

_¿Señor, lo detenemos aquí?

_ ¡No, deja que el mismo me busque!

_ ¡Señor, una pregunta es uno de lo que le debe?!

_ ¡Tim, el bar debe de estar lleno, ¿Verdad?!

_ ¡Lo siento, señor!

Jack estaba enfadado en este momento, su cabeza daba vuelta al pasado, cuando su prometida escapo con su mejor amigo, y no desea que esa historia sea repetida.

_ ¡Así que viniste a mí, tanto hice para ir a tu territorio, has venido a mi Stone!

Jack miró al cuarto, de su habitación y entro en ella. Miro en la vitrina, miro las armas potentes que tenía allí. El aposento de los nombres. Las armas, las balas tenían nombres. Un calibre nueve tenía el nombre de los White. Un calibre nueve y un mágnum 537, cogió únicamente tres balas para cada arma. Y sonrió lleno un vaso de whisky y se la bajo de un solo trago.

_ ¡Hoy tú y yo tenemos que hablar de viejas cuentas Stone!

Salió a la sala y se sentó un momento, luego salió del edificio dejando a las chicas dormidas. Se dirigió a su apartamento. De allí localizo algunas llamadas, se dio un baño caliente. Y se acostó. Su mente inmediatamente recayó en Katty. Su discusión no quedó en buena pinta, su mente estaba en la batalla, ¿la llamo, no la llamo? Al final decidió no llamar y se dejó llevar por la fresca brisa que entraba por su gran ventana, lo llevara al sueño.

Katty hablaba con Kelvin por teléfono, habían pautado una cita para ver al hombre de la subasta. Katty estaba emocionada, aunque había tenido una pelea tan insignificante con jack, una noticia así le devolvió la sonrisa y un cálido placer. Kelvin la recogió frente a su apartamento y salió a la subasta con ella.

Entraron, había mucha gente, compraron algunas cosas, y esperaron el momento correcto para hablar con el hombre. Una vez que término la subasta, el hombre salió del escenario y entro por detrás. Ellos lo siguieron y fueron a parar en un hermoso apartamento, llegaron segundo antes que el hombre.

Después de encontrarse con él, Katty estaba impaciente, toda la información que este hombre le podía proveer seria de muy gran ayudada para ella.

_ ¡Hola, Albert, mucho tiempo!

_ ¡Hola Kelvin, no te había visto en mucho tiempo! ¿Ella quien es?

_ ¡Es la persona que busca información sobre este collar que me vendiste!

_ ¡Ahh, es ella! ¡Señorita, es una belleza reencarnada en el cuerpo perfecto!

_ ¡Información, Albert, eso quiero!

_ ¡Que directa, eso me gusta!

_ ¡Dime, ¿Dónde lo compraste, quien te lo vendió?

_ ¡Es información confidencial, por favor no puedo proveer más información de esta!

_ ¡Es de mi hermana, necesito saber! Por favor.

Albert era un chico presumido, aun siendo un subastador, vivía cómodo y nada le hacía falta. Escuchar la súplica de una mujer, para él, era un día hechos en maravillas.

_ ¡Quiero toda la información que sabes!

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