_ ¡Lo dices en serio, Jack!
_ ¿Qué es lo que tienes planeado con ese infeliz?.
_ ¡Jack, necesito tu ayuda!
Necesita mi ayuda, cuando fue la última vez, que la escuche decir algo así. Esto último tiempo se la pasa con Kelvin, me desafía con él. ¿No entiendo por qué? Yo le brindó todo. “SA carajo, todo siempre me traicionan” la miro con un poco de sospecha, pero que me haya pedido ayuda, eso me debilita un poco.
_ ¿Qué quieres?
_ ¡Por favor, ayúdame a recuperarla!
_ ¡La traeré de vuelta!
Katty Benger
No podía, no pedir ayuda. Él es el único que me puede ayudar en una situación así. Jack es duro, pero comprensible. No me entiendo, porque me siento confundida. Ahora siento culpas por lo que hice.
Jack, se marcha, me marcho junto a él. Tengo que estar, no lo puedo dejar que tome las riendas de esto solo. Tengo que redimir lo que yo hice. Tampoco pretendo decirle. Aunque siento que ya sabe todo lo que paso. Que vergüenza que tachen de “zorra”.
Llegamos a su residencia. Entramos a una recámara que nuca había visto. Tenía de todo. Armas, tablero, foto de cada uno de los bandidos. Y una tecnología de última versión y modelo. Quede petrificada, como si fuera la primera vez que me encontré con algo semejante.
Tomo un vaso y lo lleno de whisky, me dejo uno a mi lado en la mesa. Se dirigió a una computadora, las pantallas eran enorme. No había necesidad de que él tocara un teclado, solo hablaba con un cyber robot computadora. Él podía decirle de todo, hasta justo como estaba el clima y como debería de caminar ahora.
En la pantalla había tantos puntos marcados, y cosas que pasaban. Con razón pudo saber, cada uno de mis movimientos. No necesita de una persona, este robot le daba toda la información que él requería.
Lo miré con cautela, ni siquiera me atreví a hablar. Tampoco pregunte si no me tenía confianza, porque me trajo a su cuarto secreto. Supongo que ni siquiera su hermano sabe, si este cuarto existe.
_ ¡Puede preguntar lo querías, deja de mirarme en bajos ojos!
_¿Qué? ¿Quién te mira bajos ojos?
_ ¡No tengo a dos personas aquí! O sí.
_ ¿Por qué me trajiste aquí?
_ ¡Hay preguntas que tienen cierta respuesta!
_ ¿Como Cuáles?
_ ¡Mira por ti misma!
Él me mostró la pantalla, en ella estaba el collar,”corazón escarlata” el collar de mi pequeña hermana. Una foto y las cuantas veces que se había vendido. El dueño en la actualidad está en un museo. Está en un museo musulmán.
Quede en shock, no podía hablar ni respirar fuerte, estaba estancada. El collar que Kelvin me dio, no solo era falso, era una réplica idéntica con cada detalle del collar.
_ ¿Ese es el collar, de mi hermana?
_ ¡si, una réplica comprada por muchos millones, para impresionarte y ponerte en marcha en el juego que se tenía planeado! ¡Solo te usaron como una pieza en el ajedrez!
_ ¿Qué? ¿Una pieza de ajedrez? ¡Quieres decir que kelvin me utilizo, para jugar su juego!
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La secretaria Indomable