La venganza de una Gamma romance Capítulo 8

Zalia

Me despierto mucho más temprano de lo habitual y, al instante, sé que Twilight tiene algo que ver. Ella quiere salir a correr. Me pongo mis mallas negras, una camiseta oversized y mis zapatillas, ya que es más sencillo quitármelas antes de cambiar de forma que andar con jeans y botas. Bajo las escaleras y pregunto a uno de los sirvientes dónde puedo encontrar a un Guardia. Me señala hacia la puerta trasera del Palacio.

En cuanto salgo, un Guardia aparece al instante. Le digo que quiero dejar salir a Twilight a correr, y me indica que lo siga. Me guía por los jardines que vi anoche, y no puedo evitar sonreír al darme cuenta de que me lleva hacia el bosque.

-Puedes desnudarte detrás de ese árbol y dejar tu ropa en la cesta. Los Guerreros de patrulla fronteriza están al tanto de tu presencia y te advertirán si te acercas demasiado a la frontera -dice antes de regresar por donde vinimos. Rápidamente me quito la ropa y la coloco en la cesta.

Cambio a Twilight y la dejo salir mientras me retiro a la parte trasera de su cabeza. Me alivia que nadie se sorprenda de que quiera salir a correr; lo haré siempre que pueda. Disfruto viendo el paisaje a través de sus ojos. Ella corre por el bosque, saltando troncos caídos y atravesando arbustos sin preocuparse por el camino.

Twilight avanza despacio, queriendo explorar tanto como yo, cuando de repente nos encontramos con algunos Guerreros en patrulla. Al notar nuestra presencia, Twilight reduce la velocidad a un trote. Uno de ellos se vuelve hacia nosotros y pregunta:

- ¿Disfrutando de tu carrera, Zalia?

Twilight asiente con la cabeza mientras se aproxima a los machos. A través de los árboles, podemos ver las marcas en los troncos que indican el límite del territorio de la Manada. Twilight disminuye aún más la velocidad, observando las marcas, y ambas miramos hacia el exterior del territorio. En ese momento, Twilight gruñe al percatarse de la presencia de un Rogue cerca de la frontera.

-Twilight, ¿qué ves? -pregunta el mismo Guerrero. Ella sigue mirando al Rogue sin reaccionar de inmediato. No es nuestro territorio, por lo que no podemos atacarlo, a menos que tengamos permiso para hacerlo. Y tengo la seguridad de que estos Guerreros son perfectamente capaces de manejar la situación sin nuestra intervención.

Un segundo Guerrero se coloca a mi lado mientras escucho, en tono firme:

-Detente, te estás acercando a la frontera de Mystic Moon.

El Rogue no deja de observar a Twilight, quien, al ver que da un paso más cerca, suelta un rugido bajo y amenazante, una clara advertencia para que se quede quieto.

Twilight avanza lentamente, ansiosa por explorar tanto como yo, hasta que de repente nos encontramos con algunos Guerreros en patrulla. Al notar nuestra presencia, Twilight reduce la velocidad a un trote. Uno de ellos se gira hacia nosotras y pregunta:

- ¿Disfrutando de tu carrera, Zalia?

Twilight asiente con la cabeza mientras se acerca a los machos. A través de los árboles, podemos ver las marcas en los troncos que indican el límite del territorio de la Manada. Twilight disminuye aún más la velocidad, observando las marcas, y ambas miramos hacia el exterior del territorio. En ese momento, Twilight gruñe al percatarse de la presencia de un Rogue cerca de la frontera.

-Twilight, ¿qué ves? -pregunta el mismo Guerrero, sin apartar la vista del lugar. Ella sigue observando al Rogue sin reaccionar de inmediato. Este no es nuestro territorio, así que no podemos atacarlo, a menos que tengamos permiso para hacerlo, y confío en que estos Guerreros son capaces de manejar la situación sin nuestra intervención.

Otro Guerrero se coloca a mi lado y, con voz firme, ordena:

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