LATIDO POR TI OTRA VEZ romance Capítulo 563

Inesperadamente, Felix miró por casualidad, y en el momento en que sus cuatro ojos se encontraron, ambos se quedaron atónitos.

Pero pronto, Lilian desvió su mirada y bajó la cabeza, su voz agitada, pequeña al responder:

—No importa.

Mirando sus orejas rojas, así como sus mejillas sonrojadas, Violeta levantó las cejas, pareciendo entender algo:

—¡Oh... bien!

—De acuerdo, Violeta, no hablaré más contigo, saldré primero —Lilian no se atrevió a quedarse más tiempo y se excusó apresuradamente para irse.

Tenía miedo de que si se quedaba más tiempo, se burlaran de ella.

Lilian se dio la vuelta y se alejó.

Felix tosió ligeramente:

—Sr. Tasis, Sra. Tasis, yo también me despido.

—Adelante —Serafín asintió con la cabeza.

Felix se inclinó ante los dos hombres y se alejó también.

Violeta y Serafín eran los únicos que quedaban en el salón.

Violeta se abrazó al brazo de Serafín:

—Cariño, ¿acabas de ver eso?

—¿Qué? —Serafín tenía la tableta en una mano, leyendo el informe financiero en ella.

Violeta se rió:

—Por supuesto que son Lilian y Felix, cuando dejé que Lilian encontrara un hombre, ella realmente miró a Felix, y lo más importante, Felix también la miró a ella, ambos se sonrojaron en ese momento, así que creo, que deben tener sentimientos el uno por el otro.

—¿Es así? No lo había notado —Serafín pasó la página y respondió con indiferencia.

En realidad no le interesaba, así que no le prestó más atención.

Cuando Violeta vio lo desinteresado que estaba, las comisuras de su boca se crisparon:

—Olvídalo, no es divertido hablar contigo de esto, tómate tu tiempo, iré a ver qué hacen los dos chicos.

Serafín asintió.

Violeta lo soltó y subió las escaleras.

Pronto, la vida de Violeta recuperó su tranquilidad, como si de la noche a la mañana, todos los malos se hubieran calmado.

Por lo general, todavía podía oír algunos susurros, como si le hubiera pasado algo a ella o a Serafín.

Pero había pasado más de un mes y seguía en calma, como si tanto Vanessa como Iván se hubieran ido.

Por supuesto, no es cierto que se hayan ido, simplemente no han hecho nada por el momento.

Al fin y al cabo, Serafín se había movido bastante últimamente y había conseguido muchas instalaciones de seguridad, por lo que era normal que Iván y los demás no se atrevieran a aventurarse.

Pero Violeta sabía que no podían perderse de vista, tal vez un día aparecieran de repente, así que la vigilancia, por un momento, no podía dejarse de lado.

Aquella noche, después de que Violeta hubiera puesto a dormir a los dos niños, bajó a beber agua.

Resulta que Lilian también se había levantado y estaba sentada en el sofá del salón, hablando con alguien por teléfono.

Y no sabía lo que decía la persona al otro lado del teléfono, pero no podía dejar de sonreír.

Sólo después de colgar, Violeta habló:

—¿Ha llamado Felix?

Lilian asintió, avergonzada:

—Sí, ¿cómo lo supiste?

Violeta se rió:

—Al ver que parecéis enamorados, lo he adivinado. ¿Felix y tú estáis juntos?

Lilian iba a negarlo, pero al ver la expresión de Violeta que no podía ocultarlo, finalmente lo admitió, sonrojándose:

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