Libido +18 romance Capítulo 53

"¡Gracias, señor Oscar! Gracias, señorita Yoana!" El padre de Sata exhaló un suspiro de alivio. Afortunadamente, Oscar no causó problemas, de lo contrario sería realmente difícil lidiar con este asunto.

"Bueno. Ya estoy cansado. Sígueme a la enfermería e inyectarse la vacuna contra la rabia

"¿Vacuna contra la rabia?"

Yoana todavía estaba un poco enojada. En fin no había venido a ayudarla. Solo quería presumir!

Pero le pareció gracioso cuando escuchó lo que dijo. ¿Quiso decir que Sara era una perra?

Ella miró la cara roja de Sara y dijo con orgullo: "De hecho, es hora de que me vacune contra la rabia. Después de todo, es muy peligroso que un animal rabioso muerda a la gente!"

Cuando Sara escuchó eso, no se atrevió a decir nada más, solo apretó los dientes y aguantó su burla.

Oscar sujetó la pequeña mano de Yoana. Ella quiso que la soltara. Sin embargo, Oscar tenía mucha fuerza y no podía hacer nada. No podía soltarse, por lo que tuvo que salir con él

"Suéltame! Oscar, ¿quién te crees que eres para cuidar de mí?"

"Soy tu hermano. Nuestros padres murieron y soy el único pariente que te queda Siempre serás importante para ti."

"¡No me importa! ¡Déjame ir!"

Ella luchó con todas sus fuerzas para detener a Oscar.

Oscar se detuvo y la miró fijamente.

"Si te atreves a desobedecerme, te romperé las piernas y te llevaré cargando. Acuérdate que soy médico. Puedo curarte, como también lastimarte."

"Tú... no estás en el ejército ahora mismo. ¡No tienes derecho para darme órdenes!"

"Sigue luchando y vas a ver."

Él la agarró con más fuerza.

Yoana apretó los dientes, y no pudo decir una palabra.

Ella había perdido los nervios.

Ella no podía entender. Con cualquiera podía decir lo que pensaba y también discutir.

Pero cuando Oscar estaba en frente, no podía decir nada y solo aguantarse las ganas.

¡El era un gran desafío para ella!

Ella guardó silencio y Oscar la llevó a la enfermería

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Ariel también está ahí. Su rodilla acababa de ser vendada.

Se sorprendió mucho cuando vio a Oscar y a Yoana juntos.

"Señor Oscar, Yoana. Ustedes..."

De repente, Yoana se portó muy obediente, como si fuera una cachorrita.

Ariel estaba a un lado con la boca abierta.

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