LIBIDO (COMPLETA) romance Capítulo 59

Limpió un poco el pent-house con la ayuda de las empleadas para recibir a la pequeña Annie que está a punto de llegar en una hora. Después de limpiar voy a la cocina a preparar algo de comer, Clark está en su oficina trabajando y no ha comido nada desde el desayuno. Termino de hacer la comida y subo a la segunda planta a su despacho; llego a la oficina y toco la puerta, en seguida me permite la entrada, giro la perilla y entro, camino hasta su lugar, lo abrazo por la espalda y luego beso su mejilla.

— ¿Terminaste?

—Si, justo ahora he terminado.

—Ok, bajemos a comer.

Suspende su computador y bajamos, nos sentamos en el comedor y las empleadas comienzan a servir la comida. Comemos tranquilamente hasta que escuchamos como una vocecita grita el nombre de Jaxon por toda la casa. Es Annie, ya está aquí.

— ¡Annie, tranquila no corras! —le grita su madre.

Nos levantamos de la mesa y vamos a recibirlas. No tardamos en encontrarnos con Annie, la pequeña se estampa en las piernas de su tío y enrolla sus manos dándole un abrazo.

—Hola tío Jaxon —esta niña adora a su tío y mucho.

Deja de abrazar las piernas de su tío para hora pasar a la mías y de la misma forma me saluda.

—Esta niña es muy rápida. —Natalia llega a nosotros con la respiración acelerada.

—Mami ¿Me quedaré con mi tío Jaxon? —le pregunta una Annie emocionada.

—Si, te quedaras con tu tío.

Annie me suelta y comienza a dar brinquitos en su lugar, después se pone a correr de emoción por toda la sala rodeándola hasta llegar con su mamá y le pide su bolsa de juguetes.

—Muchas gracias por cuidarla… Me voy que se me hace tarde —se despide Natalia.

—De nada, ve tranquila. Nosotros cuidaremos bien a Annie —le muestro una sonrisa asegurándole que su hija estará bien con nosotros.

Natalia se acerca a Annie y le dice que se porte bien y que después en unas horas vendrá por ella. La pequeña asiente felizmente y corre de nuevo con mucha energía. Natalia se va y nos deja con ella.

—Annie —la llamo.

Ella deja de correr, me voltea a ver y corre de nuevo hasta mi lugar, me agacho para quedar a su altura.

— ¿Te gustaría ir al parque? —propongo.

— ¡Sí! —grita mientras da saltitos de emoción.

—Vamos a ir, pero antes tienes que comer algo.

—Ya me comí lo que mi mamá me puso en mi lonchera.

— ¿Qué comiste?

—Me comí el sándwich de atún y también me tomé el jugo de uva —dice feliz.

—Eso fue en la mañana, ahora es tarde y tienes que comer algo. Ven, comemos y después vamos al parque.

—Tío Jaxon, ¿Vas a venir conmigo al parque? —le pregunta haciendo un puchero con sus labios.

Clark lo piensa mucho, pero al final asiente dejando a Annie más contenta y sale corriendo a la cocina.

—Esa niña tiene mucha energía —se queja Clark.

—No exageres, así son todos los niños.

— ¿En serio? –—se sorprende.

—Sí, ven. Vamos a seguir comiendo.

Lo beso y luego agarro su mano para ir al comedor. Terminando de comer partimos al parque más cercano. Al bajar del deportivo Annie me pidió permiso para ir a los columpios, le digo que sí y sale corriendo a subirse a uno; mientras Annie juega, Jaxon y yo nos sentamos en una de las bancas más cercanas a los juegos para vigilarla.

— ¿Qué se supone que debemos hacer? —pregunta con aburrimiento.

—Cuidar de Annie —digo con obviedad.

—No hacemos nada, solo eso —pregunta con molestia.

—Si nos descuidamos algo malo le puede pasar.

—Pierdo mi tiempo aquí.

—Deja de quejarte. Cuando tengas tus hijos vas hacer lo mismo e incluso va hacer más difícil.

No me imagino a Jaxon con hijos, será un caos.

— ¿Quién dijo que quiero hijos?

— ¡¿No quieres tener hijos?! Si no tienes, ¿Quién se va a quedar con Milton's Corporation?

Me sorprendo por su confesión.

—No sé, aún estoy joven. No tengo tiempo de pensar en esas cosas, mientras tanto no pensaré ahora en eso.

—Yo sí quiero hijos —revelo.

Recuerdo las pláticas que me dio mi papá después de decirle que comencé con la regla. A mis doce años papá siempre me recordaba lo mucho que lo haría feliz si le daba cinco nietos.

Miro a Annie asegurándome de que este bien, ella sigue feliz en los columpios.

—A mi padre le encantan los niños, él tiene la esperanza que le de cinco nietos.

—Nena lo siento, pero no le cumplirás esa parte a tu padre.

— ¿Por qué no?

—Ya te dije, los niños no son lo mío.

—Por supuesto que tendré hijos con o sin ti —aclaro.

Doy por terminado el tema; en verdad no sé si en un futuro aun estaré con él o cada quien tome rumbo con otra persona. Volteo de nuevo a ver a Annie.

— ¿Me estás diciendo que tendrás hijos de otro hombre? —comienza a molestarse, puedo notar la molestia en su voz.

—Tu no quieres y yo sí, no veo otra alternativa —contesto simple y con la verdad.

— ¡Oye, mujer!, no me estés jodiendo —se queja.

Capítulo 59 1

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