No había ninguna expresión en el rostro de Noelia, solo indiferencia.
Sus ojos brillaban con una luz fría, que hacía que la gente no se atreviera a mirarlos. Su ímpetu no era tan peligroso como el de Marc, pero era reprimente y algo agobiante.
No estaba bromeando.
Si Melisa no escuchó su advertencia, ella realmente haría que Melisa se arrepintiera de por vida.
Noelia no prestó atención a Melisa, se volvió hacia el abuelo Arturo y se inclinó:
—Esas noticias serán eliminada inmediatamente, por favor, quédese tranquilo, abuelo. Siento mucho las molestias.
Noelia se dio la vuelta y estaba a punto de salir. Pero...
—Deja la actuación y dejaré que todo se quede en el pasado.
—Abuelo, sabes que no haría algo así. Se lo dejé claro ayer. —Noelia no se volvió a mirarlo y lo dijo con una voz grave.
—Bueno... Si te vas ahora, no te volveré a dar otra oportunidad, ¡serás igual que Melisa, y no volverás a ser mi nieta! —El abuelo Arturo golpeó fuertemente el piso con su bastón—. ¡Melisa hizo las cosas mal, pero eso no prueba que tú tengas razón! ¿Estarías donde estás hoy si no estuvieras en el círculo del entretenimiento?
—Tal vez lo entendiste mal, yo nunca quise que la familia Santos quedara en vergüenza.
—¿Acaso nunca te lo imaginaste? Participando en esas competiciones, grabando cualquier publicidad, todo eso es una vergüenza para la familia Santos! —El Abuelo arturo realmente despreciaba esa profesión.
—Si quieres seguir con ese pensamiento, no puedo hacer nada para que cambies de parecer.
Los comentarios de Noelia provocaron ira en Arturo:
—Puedes ignorar mis palabras, ¿pero no te importa lo que piensen tus padres?
—Noelia, vuelve a la casa, somos una familia después de todo. Podemos juntarnos para conversar bie las cosas. —El padre de Noelia se levantó y aconsejó.
Noelia negó con la cabeza.
Una vez dado el primer paso, no habría vuelta atrás, y ella estaba decidida a no volver a la familia Santos. Cuando Noelia estaba lista para irse, la madre de Noelia hablo.
—Hice mal, y sé que me odiatanto que prefieres no tenerme como madre... Si yo no estuviera en este mundo, tal vez la carga de su corazón no sería tan pesada. —La madre de Noelia ocultó su rostro y lloró.
El padre de Noelia la consoló:
—Noelia no piensa así, no digas eso.
El abuelo Arturo vio esta escena, frunció el ceño y dijo:
—Noelia no se ira a ninguna parte hoy, enviaré a alguien para que se ocupe de esos rumores, y en cuanto a Melisa... No lo vuelvas a hacer, o te echaré de verdad.
Noelia bajó la cabeza y dijo con voz grave:
—Lo siento, abuelo. No dejaré la actuación.
—¡No saldrás de esta casa! —El abuelo Arturo gritó y instó al mayordomo que detuviera a Noelia—. Todavía puedes cambiar de opinión ahora. ¿No es mejor ser una señorita de la familia Santos que una actriz?
Noelia no se resistió, sino que se dio la vuelta tranquilamente y le dijo al buelo Arturo:
—Abuelo, ¿de verdad quieres retenerme de esta manera?
El abuelo Arturo agarró su bastón. Desde el momento en que Noelia entró, él había sido profundamente consciente de que su nieta se había hecho más fuerte y su voluntad era más decidida. ¿Realmente lograría que esta Noelia se quede en la casa?
Melisa, arrodillada en el suelo, cerró los ojos con dolor. Al escuchar lo que dijo el abuelo Arturo, sintió mucho dolor en su corazón.
—Abuelo, ¿vas a hacer que ella vuelva?
Melisa recorrió con la mirada el cuchillo para cortar fruta que había sobre la mesa, se acercó a él, lo cogió rápidamente y se lo puso en el cuello.
—¿Y si te pido que elijas entre una de nosotras? Si quieres hacer que Noelia vuelva, entonces solo me queda esta opción.
—¡Tú! —El abuelo Arturo se estremeció—. ¡Qué demonios piensas hacer!¡Baja ese cuchillo ahora mismo!
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