Lo Mejor de Tu Vida romance Capítulo 484

Aurelio se tomaba dos días de descanso. Fue a ver a Arturo en cuanto se enteró de la noticia:

—Abuelo...

—Toma asiento.

Arturo estaba algo cansado. Miró a Aurelio de forma significativa.

—Abuelo, Bella ha hecho mucho por esta familia. Ahora está en peligro y no hemos podido evitarlo —Aurelio entendió lo que Arturo quería decir y se apresuró a hablar, y lo suficientemente alto como para que se oyera desde fuera.

Al oír lo que dijo Aurelio, Melisa levantó los labios. Miró la llamada no atendida en el teléfono y llamó a la puerta de Arturo.

—Entra.

—Abuelo, la junta ha estado llamando. ¿Debemos aceptarla?

Parecía bastante ansiosa, con los ojos enrojecidos. Tanto Arturo como Aurelio tuvieron el mismo pensamiento en este momento: era una pena que no se decantara por un papel perverso en la televisión.

—Jefe, por fin has contestado. No quiero decir nada más. He oído que Bella fue secuestrada en el extranjero. Si es real, ¿qué debemos hacer con la colaboración con el Grupo DK?

Arturo enmudeció durante unos segundos, y dijo solemnemente:

—Pensé que habías llamado para mostrar tu cuidado por Bella. No esperaba que quisieras ocupar su puesto tan pronto como fuera secuestrada.

—Te lo digo: ¡ella estaría bien! —Dijo con absoluta certeza.

Melisa se alegró aún más cuando escuchó lo que dijo Arturo. Todo estaba bien en su plan.

—Jefe, no es lo que queremos decir. Es sólo que esta colaboración transnacional es muy importante para el desarrollo futuro de la empresa. Debemos trabajar con la policía para encontrar a Bella con seguridad. Sólo podíamos cooperar y esperar que la encontraran pronto. Pero no podíamos dejar atrás los asuntos de la empresa. Ahora el Grupo DK está dudando de nuestra sinceridad ya que nuestra gente no apareció.

—¿Qué tal si celebramos una reunión de emergencia de la junta directiva y elegimos primero un representante? Debemos hacer que la colaboración funcione —La junta no se rindió.

—¡Cállate! —Arturo colgó inmediatamente, gritando:

—¡Qué desalmados son! Una vez que se enteraron de que Bella había desaparecido, ¡ya quieren arrebatar el control!

—Abuelo, no te enfades. Seguro que encontramos a Bella —Melisa siguió consolándolo.

Es que Arturo ya tenía el corazón frío. Llevaba décadas dirigiendo el Grupo Santos. La junta no había hecho menos para obtener beneficios personales. Pero de las relaciones de años de trabajo conjunto, nunca lo había perseguido.

Pero ahora, en cuanto se enteraron de que a Bella le había pasado algo, algunos se dejaron provocar por Melisa y trataron de forzarlo así, mientras que los otros mostraron sus malas intenciones, ¡esperando llevar la corona del Grupo Santos!

—Melisa, ve a buscar a la Hna. Lee y acomódalos. Yo hablaré con Noelia y veré qué hacer.

Melisa sonrió:

—Claro, abuelo. Haré las cosas bien.

¡Eso era lo que estaba esperando!

—Ve —Arturo agitó las manos. Si Melisa seguía delante de él, probablemente tendrían una pelea.

Al verla salir, Aurelio cerró la puerta.

—Abuelo, ¿por qué le pediste que buscara al Sr. Lee?

—Si vamos a pescar, queremos los cebos bien preparados —Arturo negó con la cabeza, bebiendo el té caliente de la mesa:

—La gente es así. Llegan a lo más alto y luego caen peor. Dejaremos que se enorgullezca por ahora.

—Pero, Bella... —En realidad, Aurelio había visto a Bella como su madre. Sólo que hacía tiempo que no decía la palabra —mamá —así que le costaba decirla.

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