Los hijos secretos del magnate romance Capítulo 6

Neera no sabía qué estaba planeando Alfonso.

Después de ser despertada por la llamada telefónica, ya no tenía ganas de dormir. Se levantó de la cama y planeaba llevar a sus hijos abajo para cenar.

No podía encontrar a los trillizos en ninguna parte de la suite. Mientras se preguntaba dónde habían ido, escuchó que la perilla de la puerta se movía.

Los tres niños entraron en la suite.

Harvey notó que su madre estaba de pie junto al sofá mirándolo. Se acercó corriendo a ella y dijo: "Estás despierta, Mamá. ¿Dormiste bien?"

Neera sonrió y asintió. "Mm, ¡dormí muy bien, y todo gracias a ti! ¿Pero dónde fueron ustedes chicos? ¿No les dije que no se anduvieran por ahí?"

"¡Mamá, tenía hambre, así que Harvey y Sammy me llevaron abajo a comer!" dijo Penny. "¡También compramos tu comida favorita para ti!"

Penny le entregó la caja para llevar a Neera.

Dentro de la caja estaba el marisco favorito de Neera. Se sintió instantáneamente hambrienta después de mirarlo.

Sin embargo, aún tenía que comportarse como una madre. "Esta vez lo dejaré pasar, ¡pero no quiero atraparlos deambulando de nuevo! Al menos deberían informarme para que no esté preocupada."

Aunque sus hijos eran muy inteligentes, y prácticamente no había riesgo de que fueran secuestrados, los niños no estaban familiarizados con Kingsview, y Neera no quería que ocurriera ningún accidente.

Los trillizos asintieron y le aseguraron: "¡Sí, Mamá. No lo haremos de nuevo!"

Animaron a su madre a ir al baño a lavarse la cara.

Viendo que los trillizos se comportaban bien, Neera no preguntó por qué. Fue al baño a lavarse la cara antes de sentarse a cenar.

Los trillizos la observaron comer.

Penny preguntó: "¿Está delicioso?"

Sammy diligentemente le entregó una pata de cangrejo a Neera. "Esto sabe muy bien. Deberías probarlo, Mamá."

Los dos niños habían sido muy pegajosos, y Neera pensó que querían comer un poco más. "¿Por qué no se sientan a mi lado y comen conmigo?"

Los dos niños negaron con la cabeza. "Ya comimos mucho antes, y estamos llenos."

Harvey sacó una tarjeta de su bolsillo y se la entregó a Neera. "Mamá, esto es para ti."

"¿Qué es?" Neera tomó la tarjeta y la examinó. Parecía una de las tarjetas de privilegio VIP del hotel.

Los tres niños estaban pensando en lo mismo. ¡Tenemos que juntar a Mamá y "Papá"! ¡Necesitan enamorarse el uno del otro antes de que "Papá" se case con su prometida!

Nadie más que "Papá" tiene la tarjeta VIP Suprema. ¡Mamá tiene la segunda!

¡Tenemos que hacer que Mamá conozca a "Papá" esta noche!

Los trillizos negaron con la cabeza. "No, Mamá. Tenemos una sesión de juegos con nuestro gremio, y casi es hora. Deberías ir y disfrutar. ¡No te preocupes por nosotros!"

Sacaron sus teléfonos y se agruparon. Neera no quiso obligarlos a ir.

Pronto, ella llegó al centro de spa y entregó su tarjeta a la recepcionista. La recepcionista la llevó a un lujoso y espacioso vestuario.

El vestuario estaba equipado con una camilla de masajes y una variedad de aceites esenciales.

"Los baños aquí están reservados para nuestros huéspedes más importantes. Nadie estará aquí para molestarte. Después de que hayas tomado tu baño, puedes ir a la sauna al lado, pero no te quedes dentro por mucho tiempo. Tu bata y toalla están disponibles en el armario allí. Después de que te hayas cambiado, puedes llamar a la campana, y nuestra masajista profesional entrará", explicó la trabajadora.

"Entiendo. Gracias", respondió Neera con una sonrisa.

La trabajadora salió de la habitación. Después de que la puerta se cerró, Neera miró alrededor del vestuario antes de quitarse la ropa, envolver su cuerpo con una toalla y dirigirse al área de baño.

En el área de baño, Jean se sumergió en una piscina con los ojos cerrados. El agua tibia lo reconfortaba enormemente.

Su cuerpo estaba envuelto en vapor, y su pecho y abdomen esculpidos apenas eran visibles.

Su cabeza estaba ligeramente levantada, lo que hacía que su cuello y clavículas fueran aún más encantadores.