Después de que Yadira terminó de hablar, volvió su cabeza y continuó cocinando.
Delfino se acercó y la abrazó por detrás. El aliento caliente que exhaló se pasó en la parte superior de su cabeza, -¿Qué comida haces?
-Son todos tus favoritos.- Yadira fue abrazada por él. Como restringida en el movimiento, suavemente lo empujó con el codo, -Suéltame. No me impidas cocinar.-
Delfino soltó a Yadira de una manera obediente y se inclinó a su lado para verla cocinar.
Volvió la cabeza y miró por la ventana, y descubrió que el cielo se había oscurecido. Como acababa de buscarla con prisa, no prestó atención a la hora.
Regresó al dormitorio para comprobar la hora y descubrió que eran más de las siete.
Llevó mucho tiempo durmiendo esta vez.
Cuando regresó a la cocina, Yadira ya estaba tomando un tazón y se estaba preparando para servir arroz.
Delfino sacó los platos del mostrador y los puso en la mesa del comedor, luego regresó a la cocina para llevar los dos tazones llenados de arroz.
Cuando Yadira se sentó a la mesa, no pudo evitar reír escondidamente.
-¿De qué te ríes?- Yadira levantó los párpados y la miró.
Yadira negó con la cabeza, -Nada, pero creo que ahora tienes más sentido y responsabilidad familiar.
Obviamente Delfino estaba muy insatisfecho con su declaración, -¿No estabas así antes?-
¿Qué fue la situación antes?
Delfino era puramente un joven maestro antes, extremadamente arrogante.
Nunca fue a la cocina cuando vivían en el chalet.
Yadira solo sonrió escondidamente pero no le respondió.
En todo caso, fue imposible para ella decir mentiras.
Delfino resopló con frialdad y comenzó a comer.
***
Por la noche, Yadira no podía dormir debido a que por la tarde había dormido un rato.
Ella estaba acostada en la cama viendo su teléfono un momento, ly uego le preguntó a Delfino sobre sus experiencias en el País M.
-¿Cuándo volverán Fidelio y los demás?- Había dicho Delfino antes, que ellos se fueron primero
Delfino extendió su mano y la tomó en sus brazos, -Parten hoy y llegarán mañana.-
-¿El asunto de su padre es realmente un accidente?- Tanto Yadira como Delfino tenían una ligera duda sobre este incidente.
Delfino reflexionó un momento y dijo, -La policía nos dijo así.-
Yadira sabía el sentido que sus palabras escondían y le preguntó, -¿Qué te parece?-
-¿Qué crees que yo pensará?- Delfino bajó la cabeza y extendió la mano para pellizcar la nariz de Yadira.
Yadira hizo un gesto para apartar su mano, pero Delfino usó sus dedos para tocar sus pestañas de nuevo y suspiró, -¿Tan largas?-
Yadira no podía abrir los ojos, por eso entrecerró los ojos evitando su molestia, -Las tuyas son más largas. Ve a jugar con las tuyas.
Delfino le preguntó con una sonrisa maldita, -¿Qué parte mía es más larga?-
Yadira sintió que también fue influida por Delfino. Era una oración normal, pero ella percibió un poco sexual.
Delfino se apoyó a medias, la miró y la preguntó solemnemente, -¿Por qué estás callada? ¿Qué estás pensando? Lo que quería decir es que mis pestañas no son tan largas como las tuyas.-
Yadira lo empujó hacia la cama, -¡Duerme!-
-Estás tan ruda.-
-Puedo estar más ruda. Vete a dormir en el sofá.- “¡Qué sinvergüenza!” Ella estaba pensando.
Delfino parecía querer bromear con ella y le dijo en voz baja, -No hay aire acondicionado en la sala de estar. Hace mucho calor.-
Yadira no quería responderle. Se tapó la cabeza con la manta y se quedó dormida.
***
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