Matrimonio de primera romance Capítulo 533

Yadira le dio una mirada y resopló, luego tirando a Raquel al comedor.

Delfino estaba sentado solo y ellas dos se sentaron frente a él.

En esta familia de tres personas, se podía distinguir muy claro a qué unión pertenecía cada una.

Raquel mostró bueno comportamiento al comer, señándola a su madre lo que quería probar y dejándola recogerlo para ella.

-¡Quiero comer la coliflor!

-La pierna de pollo también...

-Te permito comer la pierna de pollo, pero tienes que comer más verdura...

A los niños no les gustaba comer verdura.

Si quería que Raquel comiera la hortaliza, también negociaría con ella.

Aun no gustándole mucho comerla, pero por lograr la pierna de pollo, tuvo que hacerlo con disgusto.

Delfino con indiferencia miraba la armonía y felicidad entre las dos, bajó los ojos al tazón de arroz frente a él, de repente perdiendo el apetito.

Dejó el tenedor sobre la mesa con fuerza, -Estoy lleno.

Viendo no responderlo a Yadira, deliberadamente repitió lo que acababa de decir con voz alta, -¡Dije que estoy lleno!

Yadira definitivamente sabía que el que lo arrojó tan fuerte a propósito solo quería llamar su atención.

Ella levantó los ojos y lo miró ligeramente, -Es el asunto tuyo, Raquel y yo aún estamos comiendo.

Raquel alzó su cabeza de su tazón con la que comía, y dijo entre dientes, -Todavía tengo hambre.

-Está bien, sigue comiendo -Yadira volvió a coger las comidas a ella.

Delfino tenía la expresión muy horrible, pero Yadira no le hizo caso, pues no podía pelearse con ella sin razón.

Resopló con ira, levantándose, luego se fue del comedor.

Apenas salió de aquí, de pronto Raquel levantó la cabeza y miró la dirección por la que se marchó, luego se volvió a mirarla, -Papá está enfadado.

Yadira se sintió sorprendida, no esperando que fuera a decir eso.

La preguntó con curiosidad, -¿Por qué crees que está enfadado?

-Papá ha resoplado, ¡como así! -hablando, movió la cabeza, imitando la figura de cómo resoplar Delfino.

Se le escapó a Yadira en seguida la risa, y no pudo evitar a extender la mano para pellizcar su cara, -¿Por qué mi cariña es tan linda?

Con la cabecita elevada, Raquel dijo en tono dulce, -Porque mi mamá es Yadira.

Antes le había enseñado los nombres tanto de ella y Delfino, también de Apolo y Noela, por tanto, los recordó todos.

Sin embargo, al pronunciar el nombre de Delfino, se habituaba a llamarlo como Definas.

Yadira le había corregido varias veces sobre eso, de vez en cuando Raquel podía decirlo correctamente, pero en cuanto a la mayoría de los casos, aún lo llamaba Definas.

Quizás se acostumbraba de eso.

Siempre que conociera en su mente el nombre del papá, no importaba la forma de tratamiento, fuera Definas o cualquier, que solo se tomaba como el apodo querido entre ellos.

***

Después de terminar de comer, Yadira la llevó al cuarto para que se duchara y se acostara.

Antes oyó decir de los sirvientes que Raquel no había dormida la siesta hoy.

Si no dormía por la tarde, siempre se acostaría muy temprano en la noche.

Pronto logró a dormirla.

Tras arroparla, Yadira, levantándose, se fue a la habitación principal.

Abrió la puerta y se dio cuenta de que allá no había nadie.

El que Delfino todavía no volviera al cuarto para dormir significó que aún se quedaba en el estudio.

Ella caminó suavemente hacia la puerta del estudio y en silencio la abrió un poco, lo viendo sentado detrás del escritorio y mirando algo.

Tenía el ceño fruncido y varios papeles frente a él, como si se encontrara con un problema muy difícil.

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