Matrimonio de primera romance Capítulo 642

Yadira frunció los labios.

—Si no dices nada, lo investigaré yo misma.

Fatima estaba un poco impotente.

—Lo sé. Pero no debes siempre pensar en estas cosas, ¡también tienes que escribir guión!

Yadira tocó el cabello alrededor de su oreja y dijo.

—Antes del Año Nuevo, te lo daré todo.

Fatima se emocionó de repente.

—Ok, ¡Te diré dónde vive Ximena ahora!

Después de saber la dirección de Ximena, Yadira regresó.

Todavía era temprano, asó que ella escribió el guión durante dos horas, lo resolvió brevemente y fue a la casa de Delfino para visitar a Raquel.

Cuando llegó a la casa de Delfino, inevitablemente volvió a ver a Licia.

El rostro de Licia era peor que antes.

—¿Vienes a visitar a Raquel? —Licia era lista, tan pronto como llegó Yadira, sabía el propósito de Yadira.

La última charla no era agradable para los dos, además, no tenían nada de qué hablar, Yadira solo respondió con indiferencia.

—Sí.

Cuando Yadira subió las escaleras, sintió que Licia la había estado mirando.

Cuando llegó a la esquina, Licia la llamó.

—Yadira.

Yadira la miró y le indicó que dijera directamente si tenía pregunta.

Licia pensó un rato antes de decir.

—Después de visitar a Raquel, ¿podemos hablar un rato? —dijo tranquila Licia.

Yadira no sabía lo que Licia quería decir. Pero Yadira podría adivinar vagamente que podría estar relacionado con Delfino.

Yadira dudó durante dos segundos, luego asintió con la cabeza en respuesta.

Licia le sonrió, luciendo un poco agradecida.

Yadira había vivido en esta villa durante tanto tiempo, y era muy clara acerca de esta casa, Incluso con los ojos cerrados, también sabía dónde estaba la habitación de Delfino y la de Raquel.

Al pasar por el estudio de Delfino, Yadira desaceleró involuntariamente, pero no se detuvo y pasó directamente.

Cuando Yadira abrió la puerta de la habitación de Raquel, Raquel estaba sentada a la mesa y pintando.

Al oír el sonido de la apertura de la puerta, Raquel se dio la vuelta de repente, se sorprendió como una conejito asustada.

Yadira no se acercó de inmediato, pero dijo en voz baja.

—Raquel, soy yo.

Raquel la miró fijamente por un momento, el pánico en sus ojos desapareció gradualmente, hasta ahora Yadira se acercó.

—¿Qué estás haciendo? —Yadira miró el tablero de dibujo en la mano de Raquel y descubrió que estaba dibujando una manzana, que se parecía bastante.

Yadira recordó que antes, cuando Raquel no estaba en problemas, dibujaba de manera muy casual, todo tipo de líneas, simplemente en círculos.

Pero la manzana, Raquel pintó muy bien.

Al ver a Yadira mirando la pintura, Raquel empujó el tablero de dibujo hacia Yadira. Este movimiento sutil fue descubierto por Yadira, ella estaba un poco contenta y sorprendida.

—No necesitas empujarlo, puedo verlo, ¿puedes dibujar otro para mí?

Raquel asintió, tomó el pincel y comenzó a pintar seriamente.

Cuando estaba pintando, se veía muy seria y sus ojos miraban el tablero de dibujo sin pestañear.

Yadira no pudo evitar extender la mano y tocar su cabeza suavemente.

Raquel de repente frunció el ceño y la miró. Yadira recordó que ahora a Raquel no le gustaba ser tocada por la gente. Ella estaba a punto de retractarse la mano, pero escuchó a Raquel decir.

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