Raquel se dirigió hacia Yadira:
—¿Alguna vez ha tomado medicamentos? He escuchado que cuando uno se enferma, los medicamentos ayudan a mejorar.
Yadira iba a acariciar la cabeza de Raquel, pero encontró una aguja clavada en su mano. Solo entonces se dio cuenta que estaba conectada a un suero intravenoso. Justo entonces vio a Xulio y Violeta, que iban hacia ella.
Entonces se sorprendió:
—¿Xulio?
Yadira recuperó por completo sus sentidos. Recordó lo que había pasado, ésta se había caído en la bañera justo iba a empezar a bañarse.
Xulio asintió ligeramente y dijo:
—Me enteré de que «Ciudad abandonada 2» se estrenó ayer. Como hoy estaba de vacaciones e iba a salir con mi mujer, decidí pasar por tu casa para ver si estabas. Pensé que si estabas, tú y Raquel podrían salir con nosotros. Pero...cuando llame a la puesta, nadie contestó, te llamé pero no hubo respuesta, así que buscamos a un cerrajero que abriera la puerta... y entonces te encontramos desmayada en el baño.
—¿Es tu mujer? —Yadira miró a Violeta con curiosidad.
Conocía a Xulio desde hacía muchos años, pero era la primera vez que conocía a su mujer.
—Hola, Sra. Yadira. Soy Violeta. —Miró la bolsa de suero y dijo—. Casi se ha terminado. Le recetaré otras dos para que se lo coloquen más tarde.
Yadira preguntó: —¿Es usted médica?
Violeta asintió, sonriendo. Luego le sacó la aguja.
Después de entenderlo todo, Yadira se volvió hacia Raquel. Cogió a Raquel en brazos y dijo:
—Oh, mi bebé, déjame verte, parece que estás más grande.
Pero Raquel se mostró un poco reacia a su abrazo,
—Mamá, estoy pesada. No podrás cargarme.
—Está bien. Pero, puedo cargarte por muy pesada que estés. —Yadira todavía estaba muy débil porque tenía fiebre y no había desayunado. Pero cuando vio a Raquel, se llenó de energía como si se hubiera recargado por completo.
Raquel soltó una risita. Tocó la cara de su madre, parpadeando:
—Pareces cansada.
Yadira no tenía buen aspecto. Sus ojos no tenían brillo, sus labios estaban pálidos y su cara tenía un tono pálido.
Xulio lanzó un suspiro de alivio al ver que Yadira se animaba e interactuaba con Raquel. Por suerte, Raquel estaba con Yadira, o no se creería la historia que acababa de inventarse.
—Señorita Yadira, déjeme revisarla. —Violeta abrió el botiquín que traía.
Cuando Raquel escuchó que Yadira necesitaba una revisión, se bajó de Yadira y se sentó tranquilamente a su lado. Abrió los ojos de par en par y observó con curiosidad a Violeta haciendo el chequeo.
Yadira se sintió satisfecha y angustiada al ver a Raquel tan pensativa.
Frunció los labios en silencio y luego cooperó con Violeta, mientras Xulio salía.
Cuando éste salió, llamó a Delfino.
Antes de que Xulio pudiera decir algo, Delfino preguntó:
—¿Está despierta?
—La señora Yadira está despierta y se creyo la historia. No sabe que estuviste aquí. —Tras lo dicho por Xulio, Delfino permaneció en silencio.
Después de un rato, escuchó la voz de Delfino:
—Eso es bueno.
Xulio no dijo nada porque no sabía qué decir.
Justo cuando pensó que Delfino iba a colgar, éste dijo:
—Envía a un sirvienta de la villa para que la cuide.
—Como ordene. —Aunque la sirvienta iba a atender a Yadira, pero lo mandaban como si fuera enviado nominalmente para cuidar a Raquel.
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