Matrimonio equivocado, pero amor verdadero romance Capítulo 16

—¿Qué te pasa hoy? ¿Por qué estás tan enfadada? — preguntó Óscar con las cejas fruncidas.

Amelia soltó una risita.

—¿Por qué? ¿Estás diciendo que debo saludarte con una sonrisa todos los días?

Óscar marchó hacia Amelia, la agarró por los hombros y la hizo girar. Mirándola profundamente a los ojos, le preguntó:

-Dime, ¿por qué estás enfadada conmigo?

Amelia le devolvió la mirada de forma distraída.

-Sr. Castillo, sólo estoy un poco cansada. No estoy enfadada con usted.

-Sí, lo estás -replicó Óscar-. Estás haciendo un berrinche.

Amelia se rió con amargura mientras trataba de pensar en una excusa.

-Sr. Castillo, las mujeres suelen ser más difíciles de entender. Sólo me siento un poco emocional en este momento. Eso es todo.

Para su alivio, Óscar la creyó.

-Es imposible tratar contigo -murmuró.

Amelia sólo asintió a medias. Él continuó:

-Bueno, ya que no te sientes bien, asegúrate de descansar temprano esta noche entonces. En cuanto a nuestros papeles de divorcio, haré que el abogado te llame una vez que estén listos para ser firmados.

Amelia se puso un poco rígida. No estaba de humor para hacer más preguntas, así que se limitó a asentir con la cabeza.

-Todavía tengo trabajo que hacer. Puedes irte a la cama primero. Yo dormiré en el estudio si se hace demasiado tarde -añadió el hombre.

Mientras se giraba despacio para alejarse, sintió de repente un tirón en la manga.

—Espera —exclamó Amelia al tiempo que le tomaba la mano.

Luego tomó un juego de ropa limpia y se dirigió al baño. Después de un largo y agradable baño, Óscar por fin salió del baño, sólo para ver a Amelia todavía leyendo en la cama.

—¿Por qué no estás durmiendo todavía?

Ella bajó la colcha de su lado de la cama.

—Te estoy esperando. Estoy tan acostumbrada a dormir con tus brazos alrededor mío que no puedo dormir sin ti cerca.

Óscar se quitó la bata sin decir nada y se puso el pijama que Amelia le había preparado.

Amelia tomó un secador de pelo y le indicó que se sentara a su lado.

-Ven, déjame secarte el pelo.

Óscar hizo lo que le dijo.